El único hostel que visité este año

A diferencia de otros viajes que he hecho en el pasado, este año solamente me alojé en un hostel; el resto del tiempo dormí en hoteles, departamentos, habitaciones privadas, cabañas y casas de amigos y familiares.

Hoy, charlando con mi tía, me di cuenta del título de este post, pero también de que la breve experiencia en ese hostel fue extremadamente rica en relación con la cantidad de gente que conocí y con la que quedé en contacto.

Habiendo dormido en esa habitación compartida en Santorini (Grecia) con cinco chicas más durante seis noches, fueron seis las personas con las que charlé, compartí cenas y desayunos, fui de excursión, de compras y a tomar cerveza.

Más allá del alto porcentaje de efectividad (una persona nueva por día en promedio, jaja), no puedo separar mi visita a esa isla de los vínculos que hice y los momentos que compartí con ellas, absolutas desconocidas que se volvieron amigas por algunas horas diarias. Cuando uno se detiene a pensarlo es bastante sorprendente cómo podemos vincularnos tan rápido con gente que unos minutos atrás no tenía nombre, ¿no? Pienso en M diciéndome que la despierte 5 am para darme la despedida o esa noche en la que A y yo nos quedamos con Y tratando de abrir su valija trabada y celebramos por horas cuando lo logró. Creo que este puede ser, si estamos abiertos a ello y con ganas de socializar, uno de los grandes beneficios de viajar solo.

Como adelanté, la historia tiene una continuación feliz. Con la mayoría de las chicas seguimos intercambiando corazones en Instagram y mandándonos mensajes para saber cómo andamos, incluso una de ellas me dijo que me olvide de los hoteles en Mendoza y que le avise la próxima que quiera ir para allá.

Las tres campanas de la iglesia, una de las vistas más populares de #Fira en #Santorini ??

Una publicación compartida por Info Viajera (@infoviajera) el

 

Al final de cuentas, sólo me alojé en un hostel, pero fue tan intenso que equivale a haber dormido en cuatro o cinco diferentes ?

 

9 Respuestas

  1. Gustavo R dice:

    Que buena sensacion cuando llegas a tu casa, y recordas con una sonrisa la gente que conociste en un viaje 🙂
    Nunca probé un hostel, ni creo que lo haga en lo inmediato, pues viajo en familia, pero algun dia espero hacerlo! Saludos 😀

    • Cintia C. dice:

      Es una muy linda sensación, Gustavo, estoy de acuerdo 🙂 Hay hostels a los que podés ir con la familia también, así que podés hacerlo si tenés ganas. Saludos.

  2. Silvia dice:

    a mi paso en Cordoba ciudad, en Casa Helsinki, que si bien no es un hostel propiamente dicho ya que son individuales las habitaciones, tiene espacios comunes como una enorme cocina-comedor con todos los enseres, que invita a compartir desayunos y comidas. Tambien mi experiencia fue muy rica en contacto con interesantes viajeros, tanto argentinos como extranjeros, en un ambiente grato y calido.

  3. Verónica Herrera dice:

    En 20 días voy a estar durmiendo en casas cubanas con gente local. Va a ser mi primera experiencia «no hostel», «no hotel». Tu post alienta mis expectativas, gracias!

  4. Santiago dice:

    En los últimos años solo en Kyoto fuimos a un hostel porque los hoteles eran carísimos. La habitación era la pared del fondo del cementerio con unos 20 nichos. Todos bien bonitos y bien puestos, pero un nicho al fin. Somos dos y yo no soy particularmente sociable. “Ya tengo amigos” me dijo un amigo una vez y voy con esa cara por cada una de las instalaciones comunes. Y un vecino de nicho se quejó de mis ronquidos. Para no ser irrespetuoso le pedí disculpas, pero por dentro pensaba: estas en un hostel viejo, acá se comparte y se aguanta lo bueno y lo malo, págate un hotel si queres silencio y privacidad.
    Más allá de eso, cuando era joven e iba a hostels no socializaba con nadie, pero si es cierto que se conoce gente más que interesante. Saludos!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *