Es hoy, mañana no sabés
Hoy al mediodía recibí con pesar la noticia del fallecimiento de una tía, ya mayor ella; se apoderó de mí un natural sentimiento de tristeza, aunque me rondaban pensamientos del estilo «La muerte para los jóvenes es naufragio y para los viejos es llegar a puerto».
Unas horas después recibí otra mala noticia: un cliente al que le tenía una gran estima había fallecido. A Gonzalo, así lo llamaremos al efecto de este texto, le habían diagnosticado una terrible enfermedad tan sólo unas semanas atrás. Era un hombre bueno, emprendedor, le gustaba pescar. Claramente este fue un naufragio.
Este día viene bravo, estoy en este momento en una clínica, vinimos con un miembro de la familia de Info Viajera. Aclaro rápidamente que no se trata de nada de la gravedad de los dos casos anteriores.
Estoy en la guardia, adentro, hay boxes y, dentro de cada uno, una persona; a algunos los vienen a buscar los camilleros para internarlos, otros esperan que las medicaciones les hagan efecto, otros esperan resultados, ingresa una mujer en trabajo de parto, las enfermeras charlan entre ellas sobre el debate por el aborto y yo, acá, en el medio de todo, pensando y escribiendo mientras esperamos los resultados de unos estudios.
Corto el relato, nos vamos a casa. No se preocupen, eh, nada grave.
Luego del tremendo día de ayer, ratifico un pensamiento que se me iba conformando mientras estaba en la guardia: Es hoy.
Pero ¿a qué me refiero, qué cosa «es hoy»? Me respondo: Todo. Sí, TODO, aprender eso que venís postergando, avanzar con esa persona que te gusta, visitar ese lugar anhelado, experimentar esas vivencias tantas veces imaginadas, animarte a superar «eso» que te traba, reparar un vínculo que se rompió con alguien querido… ¡Qué loco! Me acabo de dar cuenta de que todo lo que incluí en esta improvisada lista se puede hacer realidad durante un viaje 🙂
¿Por qué «es hoy»? La respuesta es obvia, porque en realidad no sabés si mañana vas a estar. Días como el de ayer nos lo recuerdan de la manera más elocuente.
Pero ojo, no pensemos sólo en la más absoluta de las posibilidades, la muerte, si no también en enfermedades u otras situaciones que nos limiten. Por ejemplo, en el blog contamos con varios lectores que están atravesando situaciones de discapacidad y así y todo le meten una garra bárbara para poder continuar viajando. Se nos vienen a la mente Nora, Gaby, Dayana, David y no son los únicos.
Y aclaro que no decimos viajando como una frivolidad, sino como un ejercicio de aferrarse a la vida y recibir la luz que brilla de distintas maneras en cada rincón del mundo y ¿por qué no? llevar también a esos rincones un poco de la propia luz. Donde dice «luz», léase todo lo que para vos significa un viaje y los múltiples juegos de interrelaciones que se establecen con la cultura y la naturaleza de los lugares que visitamos.
No estoy diciendo nada nuevo, pero me pareció oportuno compartir estos pensamientos con ustedes.
¡ES HOY!
¡ES HOY!
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Hermoso post! En un día tan triste como el de hoy, donde he visto y leído a tanta gente diciéndose cualquier cosa, esto viene como un haz de luz.
Muchas gracias por compartirlo. Lamento mucho las pérdidas y ojalá que el motivo por el cual estaban en la guardia se solucione inmediatamente.
Les mando un beso gigante y si, es hoy!
Pd; asumo que muchas veces me cuesta conectar con el presente teniendo siempre la cabeza en algún viaje por venir. Así que me viene de diez que me lo recuerden ♥️????
Lindo motivo para tener cierta dificultad para conectar con el presente, Mariana ????
Muchas gracias por tus palabras.
A principios del año 2001 planifique ir a europa con mis abuelos y visitar sus respectivos pueblos en Italia y Eslovenia. A medida que avanzo el año surgieron algunos interrogantes por distintos temas y alguna persona me dijo «de última si no van este año, van el siguiente». No, yo quería ir en ese momento.
Ya con los pasajes tuve una entrevista laboral y, si bien yo tenía trabajo, era interesante. Mi único requerimiento era comenzar 1 mes y medio después de esa entrevista, al volver del viaje. No aceptaron.
Me fui con mis abuelos, conocí sus pueblos. Me presentaron a familiares. Conocí los lugares de las historias que me contaron desde chico.
Poco tiempo después de volver vivimos en Argentina «el 2001». Me hubiese resultado imposible viajar al año siguiente.
Luego me pondría de novio, más tarde mis abuelos tendrían distintos temas de salud.
En fin, efectivamente fue «ese momento».
Más allá de los temas de salud como lo narran en el post, en un país tan propenso a la montaña rusa como Argentina, hoy podés ir y quizás hasta dentro de 10 años no puedas más.
Es hoy, concuerdo plenamente.
Abrazo
Opoprtunísimo ese viaje, Christian, queda claro que fue una decisión correcta no postergarlo. Saludos.
Ya que me mencionaron, no puedo menos que comentar! Y más estando recién llegada de Florida (llena de argentinos la zona de Fort Lauderdale, por cierto).
Podría contar muchas cosas de mi historia personal en relación a «Es hoy», pero por una cuestión de respeto a mi familia prefiero guardármelas. Simplemente diré que desde los 16 años acuñé la frase «Viajo con las valijas hechas». Cuando la empecé a repetir era metafórica y quería decir que andaba con lo justo y necesario para partir si llegaba el momento (sí, así de heavy eran las cosas).
En mi valija tengo mis logros, mis amores, mis recuerdos lindos y también de los otros, mis ganas de hacer cosas, mis deseos de compartir, las cosas que me gustan y supongo que algunas otras cosas innecesarias que uno siempre considera útiles para un viaje (manías, frases, gustos, etc).
Y también tuve que decidir qué dejaba afuera: gente que me hace mal (familiares incluídos), gasto de energía en cosas que no aportan nada, peleas inútiles con gente con la que nunca vas a estar de acuerdo, relaciones por compromiso, situaciones especiales que uno comparte con gente que no quiere por una supuesta obligación, mandatos (siempre alguno queda dando vueltas, pero bueno, se hace lo posible para tenerlos en plano consciente).
Tal como la valija de los vuelos internacionales, solo hay 23 kg y por eso hay que elegir qué vamos a llevar y qué se queda. Y así la fui llevando hasta ahora, pensando siempre en que tenía la valija hecha.
Cuando hace unos meses recibí mi diagnóstico tuve que volver a revisar la valija a ver qué tenía adentro. Saqué algunas cosas y puse unas nuevas: unos proyectos laborales muy motivadores y terminar mi tesis de la universidad que había quedado colgada cuando me enfermé y estaba al borde del plazo de entrega. Cuando me preguntaban sobre mi enfermedad a todos les decía lo mismo: es un duelo que necesita transitar sus etapas, y pasé por cada una de ellas. Cuando estuve lista simplemente me aferré a las cosas de la valija para renovar mis energías y que me aporten solo cosas buenas.
Para marzo de este año había logrado presentar mis proyectos laborales y estaban marchando, había terminado mi tesis (la primera de mi grupo según me dijo mi profesor), había resuelto un tema muy delicado con un familiar y mis análisis estaban todo lo bien que se podía esperar para mi condición. O como le digo a mi doctora «Sacando lo que dicen los análisis, yo me siento perfectamente sana».
O como le digo a mi psicóloga «Y sin virgencita!» . Siempre digo que voy a escribir el post «Tragedias y enfermedades para no creyentes». Se pueden solucionar las cosas sin tener que convertirse a alguna religión. Va con el mayor de los respetos a los creyentes, pero parece que cuando uno está mal todo el mundo te quiere llevar para ese lado. Así que me siento muy orgullosa de poder decir que todo lo que se pudo solucionar es 100% mérito mío y no hay divinidades involucradas 😀
Otra cosa que puedo decir es que también encontré una nueva definición: la conciencia de mortalidad.
Estas situaciones de enfermedad o de muerte de personas cercanas solo nos hacen volver a lo que somos, simples mortales con una fecha de vencimiento que se mantiene en incógnita. En mi caso, la única diferencia es que yo tengo más chances de morirme de lo que ya tengo que de otras cosas, lo que no quita que pueda pasarme otro tipo de fatalidad (y acá es cuando pienso en el programa 1000 maneras de morir :D). Y lo mismo para uds, que están sanos, bien y que piensan que siempre puede haber un «Mañana lo hago», «Cuando se acomode el dolar», «cuando no tenga miedo». Siguen siendo tan mortales como siempre.
Si se mueren es lo fácil, todo lo de la valija se fue con uds y ahí se acabó la historia.
Si viven, van a estar con la valija llena de anhelos y deseos esperando tiempos mejores, y podría suceder que los tiempos lleguen pero uds no puedan hacerlo. Y no debe ser lindo pasar una vejez recordando todo lo que no pudieron hacer. Para el momento en que el cuerpo se marchita el cerebro vive alimentándose de los recuerdos, por eso es importante tener lindos momentos. Lean sobre las personas con Alzheimer y van a ver que es cierto lo que les digo. Todas las cosas que ayudan a sentir placer y disfrute son las que cuidan la salud mental y neurológica. Y si es duro vivir con una enfermedad o discapacidad, cuánto peor es tenerla acompañada de la amargura de lo que no pudo ser.
Cerrando la valija metafórica, es que paso a hablar de la valija real.
Yo creo que van a ser más los arrepentimientos por los viajes que uno no hizo, que por la plata gastada en los que pudo concretar. Quizás a corto plazo puede haber dudas, pero a mediano y largo plazo es algo que siempre va a estar y no pasa por el lugar sino por los recuerdos que fabricamos cuando viajamos. Esos momentos que no se pueden mostrar en un posteo en redes sociales o en una foto y que son algo que se siente muy adentro y sale de repente.
El año pasado estuvimos en el recital de Tom Petty en Palm Beach en mayo y en octubre el tipo se murió. Para mi novio que es su fan fue un momento inolvidable verlo en vivo y el saber que ya no se va a poder repetir es lo que le da otro significado a ese viaje.
En este viaje a Florida visitamos un mariposario en Coconut Creek y me pasó algo rarísimo: al cabo de un rato de estar ahí empecé a llorar. Cuando mi novio me dijo «¿Por qué llorás?» le dije: no sé. Y ni siquiera era llanto de tristeza, eran lágrimas que caían. Así que le dije: bueno, vamos a dejarlo salir y cuando se me pase seguimos.
No sé si la conjunción de miles de mariposas de todos los colores, más la música instrumental de fondo, más las flores, más la cascada, más los bancos donados con frases recordando a seres queridos habrán tenido algo que ver, pero que me senté a llorar ahí se los puedo asegurar.
Lo gracioso fue que cuando estábamos en el gift shop una mujer nos pregunta «¿Esto es todo lo que hay? hicimos el recorrido en 15 minutos!» Y sí, si ella solo pasó a mirar, el lugar no era tan grande. Pero nosotros estuvimos dos horas y yo descargué algunas cosas que se ve que se habían metido en la valija 🙂
Después de un año muy difícil en lo personal, poder haber hecho este viaje fue otro logro para sumar. Seguramente vendrán otros, pero éste en particular tiene un contexto especial. Además era mi regalo de recibida! pero como en la universidad se hicieron un lío con los trámites, recién tengo mi defensa oral el martes, así que me considero con derecho a tener otro viaje de festejo.
Entiendo que cada experiencia es personal, pero ojalá que a alguien les sirvan mis palabras.
Saludos!
Hola, Dayana,
WOW! Te agradezco mucho, pero mucho este aporte. Creo que refuerza un millón de veces lo que intenté transmitir con las líneas que escribí.
Una tipa que dice con una claridad impresionante «…yo tengo más chances de morirme de lo que ya tengo que de otras cosas» y que a la vez nos cuenta de logros académicos, de viajes vivenciados a full, de emociones irrefrenables, aporta un contundente testimonio de vida.
Mil gracias, Dayana.
Che, ¿nos contás el martes cómo anduvo la defensa oral?
Ufff, que lindo todo lo que transmitís en tu relato. Admiro y aplaudo la fuerza que tenés. A pesar que pienso lo mismo, a veces dudo para concretar algún viaje, pero me parece que después de leer esto, ya nada me va a hacer dudar.
Gracias por compartir un pedacito de tu vida.
Gracias por tus palabrasm, Patricia, de vez en cuando es necesario parar para pensar en estos temas.
Bravoooo, bravisssimooo. Que leccion de vida nos distes y nos das con tu comentario. A ponerle mucha fuerza. Te felicito. Y coincido en todo. Besos
Me alegro que les haya gustado! El martes tengo a las 12 turno con mi dra y a las 16:30 la defensa de la tesis, así que después les cuento de ambas.
Saludos!
Esperamos ansiosos
Dale, Merde! para ambas ocasiones 🙂
Mucha suerte Dayana!!!! ????????
Dayana tus comentarios siempre me dan vuelta el bocho. Tenés una manera sublime de transmitir lo que te pasa adentro. Y más que comentarios son enseñanzas de vida. Ya se los copié a varias amistades, porque realmente tus conceptos son ejemplificadores.
Gracias.
Ohhh, que identificada me siento!!!!!
Impresionante aporte!!!! y como ya conte en mi comentario, yo estoy enferma y mucho….y por lo pronto, vivo de recuerdos, que, por suerte y por no haber dejado para otro dia, tengo a montones!!!
Cariños
Bravo es poco. Maravilloso aporte y lección de como hay que tomar la vida. Un testimonio contundente, claro, preciso. Lo mejor en todo se te puede desear con la certeza que vos a eso vas a ayudar con tremenda postura ante todo. Y si, hay que vivir de una manera en la que si te toca irte hoy, te vayas sin arrepentimientos. Coincido plenamente. Éxitos en tu defensa!
Sos fantástica Dayana! Soy también cordobesa y te sigo en el blog desde hace tiempo. Tenés una energía contagiosa y una hermosa forma de compartir tus vivencias. No dejes de hacerlo por favor!!!
Hola Dayana, ha pasado un tiempo largo desde que escribiste este post, pero recién lo leo hoy. Y como creo que no hay casualidades sino causalidades, es maravilloso haber encontrado tu post hoy. Tengo casi 66 años y empecé a viajar hace unos 10 años. Y hoy sé que,después de este año de no poder viajar (viajábamos el 1 de junio) las cosas no se pueden programar para….., sino hacerlas. Gracias
Bravo, Dayana!!!!
Pareciera tan fácil VIVIR, pero encontramos tantas excusas a veces… Es hoy, siempre es hoy. Saludos y gracias!
Como que a veces la complicamos demás, ¿no?
Ya lo creo… tenemos que animarnos a más!
¡A todo!
Dayana me movilizaste hasta la última fibra!!! cuanta razón tenés, hay que ponerlo en pràctica ya, no es imposible !!! Te mando mi mejor energía genia…
Cumpliendo con notificarles cómo me fue con mis dos grandes actividades del día, paso a contarles que mi dra me dijo que mi enfermedad no está avanzando, así que lo que tengo es crónico y solo voy a tener un deterioro natural por la edad. Sí voy a tener que cuidarme mucho pero como para durar más sin tener que hacer tratamientos invasivos. O sea, estoy bastante mejor de lo que todos creían. Ya decía yo que me sentía bien!
Por el lado de la tesis, todo salió muy bien y me recibí de Licenciada en Relaciones Públicas con un 8 y con muy buenos comentarios sobre el trabajo, de hecho me dijeron que la van a recomendar para la gente que quiera hacer ese misma temática.
Dado que mi tema era sobre comunicación de crisis, decidí hacer algo poco académico y contar sobre mis crisis personales. No me podían calificar por eso, pero al menos me dí el gusto de hablar de lo que para mí era importante. Probablemente la parte en la que dije «La tesis es una ficción que no tiene nada que ver con la realidad de una crisis» no me haya hecho sumar muchos puntos, peeero había que decír lo que había que decir.
Mi novio publicó una foto en su Instagram, así que para el que quiera chusmear va el link https://www.instagram.com/p/BkOE68ng-SL/?taken-by=pulpopaz
Gracias a todos y veremos qué sigue en este 2018 🙂
¡Pero qué grandes noticias, Dayana! Me alegro MUCHO, levanto una copa y brindo con vos a la distancia.
¡Bien hecho! ????
Excelente Dayana. Me alegran mucho muchísimo estas novedades. Te felicito por tu título y por toda la garra que le ponés a lo que hacés. Hermosa foto.
Un beso enorme, y gracias por tus palabras.
Abrazo grande chicos es así como lo dicen!! A vivir el momento!!!!
Abrazo, Pablo