Un gran tour gastronómico por Singapur

Iba a ser mi primera visita a Singapur, me puse a investigar sobre el destino de esa manera en que uno lo hace previo a un viaje, es decir, no ojeando como curiosidad en general, sino leyendo en detalle, ya pre decidiendo si haríamos algunas cosas, si visitaríamos otras e inevitablemente gran parte de mi atención se posó en la gastronomía, mi espíritu de gordo foodie no tardó en darse cuenta de que Singapur era un paraíso gastronómico.

Por otra parte, buscaba prestadores turísticos de calidad en la ciudad, esos que realizan tours o actividades especiales para grupos pequeños o incluso privadas, y fui a dar con Hello! Singapore cuyos Food Tour me sedujeron (soy más fácil que la tabla del 1 para eso). Como hacemos habitualmente, los contactamos, charlamos con ellos y nos invitaron a participar de uno de sus Small Group Singapore Food Tours: ¡Aceptamos sin dudarlo!

Lo que sigue es el relato de esa experiencia que nos permitió conocer la variada oferta singapurense, incluidos los lugares originales de nacimiento de algunos de los platos más característicos del país.

Con la confirmación del tour me enviaron un correo con un link a un documento de Google Drive en el que figuraba el punto de encuentro con total detalle: el domicilio, un mapa, los precios estimados para llegar en taxi desde distintos puntos de la ciudad y hasta una foto del lugar en el que señalaban el árbol en el que el grupo se juntaría, imposible perderse. También indicaban qué llevar (calzado cómodo, agua, protector solar), la información del guía incluyendo foto y teléfono y hasta una sección que decía «qué pasa si llego tarde al punto de encuentro».

El día de la excursión salí desde el Hotel Mi hacia el punto de encuentro en el barrio Katong habiendo desayunado muy poco, en la info del tour advierten que no desayunes, ya que vas a probar montones de cosas. Tomé un Grab (el Uber del Sudeste Asiático) que me costó SGD 13. Allí me encontré con mis compañeros de excursión, un matrimonio australiano y su hijo que lucía contento una camiseta de Boca, y con Dan, nuestro guía.

Dan era uno de los tantos expatriados que viven en Singapur, un muchacho californiano que trabajó y vivió en diversos lugares y que desde hace años echó raíces en esta ciudad-estado. Fue muy interesante tenerlo como guía, ya que era un poco un local y un poco un extranjero que se sorprende de las mismas cosas que nosotros. Además, habla bastante bien español.

Como ya les dije, arrancamos por Katong y el primer lugar fue un pequeño café famoso por sus curry puff, pero empecemos por el café. Allí lo llaman Kopi y tiene algunas variantes según los componentes que elijamos (café, agua, leche condensada, leche evaporada, azúcar) y si lo queremos caliente o frío, vean:

Yo probé el Kopi, ni el Kopi C ni el Kopi O, el Kopi tradicional, el más común por allí según me contaron, estaba más rico de lo que esperaba.

Más arriba conté que este lugar es famoso por sus curry puff, una especie de empanada rellena de carne, huevo, papa y una salsa espesa. Una de las características distintivas aquí es la masa foliada, vean que son varias capas muy finitas.

Llevan varios años haciéndolo en el mismo lugar, la misma familia y ya la receta pasó de generación en generación, en las paredes cuentan la historia e incluso muestran varias notas periodísticas, tanto de Singapur como internacionales al respecto.

Algo que realmente me gustó en este y en otros lugares que visitamos después es la elaboración artesanal y la utilización de ingredientes básicos y frescos, sin conservantes, aditivos ni nada por el estilo.

Allí Dan aprovechó el momento del café para ir introduciéndonos en la historia de Singapur, con foco en los procesos que han ido moldeando su gastronomía.

Y nos entregó una cartilla bastante desafiante que incluía todo lo que deberíamos probar para lograr conocer la gastronomía singapurense, me parece que necesitaré varios viajes para completarla.

Luego continuamos a pie y nos fue contando acerca de la cultura Peranakan, los primeros inmigrantes chinos que se instalaron en el archipiélago malayo, quienes supieron forjarse un lugar destacado y alcanzar una notoria prosperidad en Singapur.

Estas son casas típicamente Peranakan:

Un dato interesante es que estas casas estaban originalmente ubicadas casi en la playa, pero Singapur le ha ido ganando terreno al mar y ahora hay todo un barrio e incluso grandes edificios separando a estas coloridas casas de la costa.

Seguimos hacia la zona en que se encuentran las casas que debajo tenían la parte comercial.

Ingresamos a una de ellas que funciona como una especie de museo / centro cultural a la vez que café y venta de productos alimenticios y textiles. Aquí vemos la parte superior de la casa, notarán la calidad de los muebles y la ornamentación, estamos en la casa de una familia que logró una muy buena posición económica.

¡Pero no olvidemos que estamos en un food tour! Nos trajeron para degustar unos Nonya Bak Chang (rice dumpling). Había que abrirlos y ver qué había dentro, se trataba de un dumpling de arroz con relleno de cerdo y una salsita, estaba muy rico.

Luego bajamos a la parte de la tienda, probamos diversas cosas, todo nos llamaba la atención.

A continuación seguimos caminando y charlando y llegamos a un patio de comidas, pero no lo imaginen como el de un shopping con locales de cadena, aquí había unos mesones y varios locales que elaboraban distintas especialidades. Nos sentamos y Dan fue a comprar algo que quedó grabado en mi memoria gastronómica: Laksa, una especie de sopa espesa de fideos y langostinos, bien condimentada, ¡una maravilla! Además descubrí el Sambal, una pasata de chiles no muy picantes con camarones, ¡otra delicia!

La próxima parada estaba algo distante, así que fuimos en transporte público, Dan tenía tarjetas para todos y él se ocupó de pagar el trayecto con ellas.

No está de más contarles que todo lo que comimos y bebimos estaba incluido en el precio del tour, Dan se encargaba de comprar las comidas y bebidas (él sabía bien cómo y dónde) y de abonarlas.

El destino fue el Old Airport Road Food Centre, un Hawker Centre, quizás el mejor de la cuidad según me dijeron luego otros singapurenses con los que estuve hablando.

Se trata de un lugar abierto, pero bajo techo, que cuenta con mesas, sillas y diversos puestos en los que elaboran comida al estilo callejero. Cuentan que el gobierno de Singapur tuvo la voluntad política de construir estos lugares y regular la actividad de venta callejera de comida, ofreció puestos a quienes se dedicaban a esa actividad a la vez que les exigen medidas de salubridad e higiene. Lo veo como algo genial y como una manera de conservar esa auténtica cultura gastronómica.

Muchos locales comen aquí, según nos contaron, los singapurenses casi no cocinan en sus casas, creo que los entiendo, con esta variedad de opciones y precios accesibles es muy tentador aprovechar.

Nos ubicamos en unas mesas y Dan hizo su magia, trajo varios clásicos de este Hawkers Centre: Chicken Rice, Fried Beef Hor Fun, Carrot Cake, Char Siew y tomamos jugo de caña de azúcar. ¡Estaba todo como para chuparse los dedos! Es más, creo que lo hice.

Casi casi diría que la visita a este Hawkers Centre justifica un viaje a Singapur, sobre todo si tienen un espíritu foodie 🙂

Les dejo una muestra del nivel de precios, 1 SGD = 0,72 USD.

En este Hawkers Centre hay varios puestos con premios y diversos reconocimientos, les puedo asegurar que están muy bien merecidos.

Nos tomamos otro bus y llegamos al Malay Heritage Centre, un muy lindo lugar con un palacio, un jardín con aromáticas y un centro de interpretación.

Frente mismo tenemos la Mezquita del Sultán, un muy bello edificio.

Recorrimos un poco la zona, es muy agradable para pasear, vimos un poco de arte callejero, más bien normal, nada muy deslumbrante.

Y paseamos por una hermosa zona de bares y localcitos muy estéticos. A la noche volvimos, hay un ambiente muy animado, música en vivo en los bares, una atmósfera súper agradable.

Los precios del alcohol en Singapur no son nada baratos, tomé esta foto en este lugar porque me pareció de los más económicos que vi.

En esta zona tomamos Teh Tarik, pero ya estaba tan animada la charla que me olvidé un poco del trabajo de bloguero y no tomé fotos. Es un té típico de esta zona del Sudeste Asiático que se sirve con leche condensada.

El siguiente punto fue un restaurante hindú musulmán fundado en 1908 en el que probamos el Chicken Murtabak, una masa (vimos como elaboraban de manera artesanal) rellena con carne, había varias opciones: de ciervo, langostino, carne de res, de pescado, etc.

Luego seguimos paseando por Little India.

Me llamó la atención una plaza pública en la que habían instalado unas piedras para reflexología, pero advertían que no se hacían cargo de daños que pudieras sufrir al utilizarlas.

Finalizamos con una linda charla y repaso de todo lo que habíamos hecho en un restaurante hindú, allí probamos Plain Dosa, una especie de pan finito elaborado a base de arroz y que disfrutamos con diversas salsas.

Nos despedimos alegremente, todos estábamos muy contentos, la familia australiana se pidió un taxi para ir a su alojamiento en la isla de Sentosa y yo me fui caminando con Dan ya que íbamos para el mismo lado y compartíamos parte del recorrido.

Al día siguiente teníamos un correo de parte de Hello Singapore! con las fotos que nos tomó Dan, un resumen de lo recorrido y algunas informaciones más sobre cosas que nos resultaron de interés y que compartimos durante la excursión.

Les dejamos un video publicitario sobre este tour.

Links de interés:


17 Respuestas

  1. Marcos dice:

    Singapore y Malaysia son dos lugares para ir a comer pollo con arroz. Que delicia! Lastima que los tienen colgados del pescuezo y me da un poco de impresión, como los chinos

    • jlcota dice:

      Sí, queda bien en claro qué es lo que estás comiendo.

      Luego de Singapur pasamos por Malasia y comimos muy bien allí también.

      Saludos

  2. Mauri dice:

    Cómo crees que va lo del coronavirus? quería ir para allá y ML y TH en marzo, para cuando crees debería comprar los pasajes?

  3. Alejandro dice:

    Lo estuve analizando mucho a ese Tour pero el costo me espanta un poco ? No está descartado pero está difícil ?

  4. Adrian dice:

    Nunca se me había ocurrido hacer un tour gastronómico. Hasta que, en 2018, estábamos planificando un poco que hacer en París y nos enteramos que una vecina del barrio, a la que conocía solo de vista, estaba viviendo allá. Es chef y justo se dedica a hacer este tipo de tours. Y no estuvo nada mal, recorrimos muchos mercados y lugares que seguramente no habríamos visitado por nuestra cuenta.

    PD. lindo nombre para una banda: El Gordo Foodie 🙂

  5. Federico dice:

    Estuvimos en noviembre con mi esposa y reconozco con mucha alegría la mayoría de los lugares donde estuviste, lo que recuerdo pero no con tanta simpatía es el calor reinante, i n s o p o r t a b l e!!!, la verdad que pense que por ser noviembre sería un poco mas tranqui, pero no un infierno, lo que si es verdad es que Singapur es hermoso y no para de caminar para conocer esa hermosa ciudad y su gastronomia (guarda con el picante!!!). Saludos

    • jlcota dice:

      Yo fui en enero pensando en que moriría de calor, pero no, me resultó hasta agradable, quizás me tocaron unos días excepcionalmente benévolos.

      Hermosa Singapur.

  6. Ireny dice:

    Foodie presente! Jaja
    Me pareció super tentador ese tour y Singapur ganándose un lugarcito en mi lista.

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