Hay que ir a Oporto (Portugal) y visitar una bodega

El pasado verano europeo anduve por Portugal, ingresé al país por Oporto, en la zona norte, una ciudad que quería visitar desde hacía un buen tiempo.

Llegué en un vuelo de la aerolínea Iberia proveniente desde Madrid, en este otro post les contaba en detalle sobre la llegada: Llegamos a Oporto (Portugal), fuimos hasta el alojamiento y cenamos enfrente (amor a primer bocado).

Aprovechando que estaba en Porto, me gusta llamarla por su nombre portugués, concreté una visita de esas esenciales: una de las históricas bodegas en las que se produce el Porto (vinho do Porto), este vino tan particular y característico, inseparable del espíritu y las historia de esta milenaria ciudad. La gente de Turismo de Porto nos invitó a conocer la bodega Cockburn’s, con presencia en la zona desde 1815, y por supuesto que aceptamos gustosos.

Un mediodía de julio partimos desde nuestro lindo apartamento alquilado vía Airbnb, ubicado en la zona de Vitória, hacia Vila Nova da Gaia, cruzando el Río Douro. Fuimos en bus, el viaje nos tomó unos 30′.

La cita era a las 15hs, pero fuimos con tiempo para pasear por la zona y almorzar antes de la visita, la ribera del Douro desde el lado de Vila Nova de Gaia es hermosa, desde allí se puede apreciar la colorida fisonomía de la antigua capital portuguesa.

En nuestras historias destacadas de instagram sobre Oporto pueden ver varias imágenes, videos y relatos sobre esta parte de la ciudad.

Encontramos un lugarcito sencillo, frente mismo al río, de esos tipo bolichón que amo, tenían un menú con sopa + plato principal + bebida por €10. Entré sin dudarlo y fue un acierto, un rotundo acierto.

Miren la portuguesidad de este lugarcito con sus azulejos; además, como se podrán dar cuenta por el hijo de los dueños durmiendo en el carrito, se trataba de un establecimiento familiar:

La comida y la bebida estuvieron geniales, este día ya venía pintando muy bien.

Con la panza llena, corazón contento (otra vez), nos fuimos caminando hacia la añeja bodega, en el camino encontramos algunas en cuya fachada figuraban fechas del Siglo XVII.

Llegamos a la bodega Cockburn’s y ya nos sentimos a gusto de entrada, en el exterior había mesitas bajo parras.

En el interior, un agradable ambiente, amplio, con exhibidores que cuentan historias a través documentos, antiguos grabados, recursos multimedia, etc.

A la hora prevista vino nuestra guía, que nos acompañaría en un tour privado en español por las instalaciones.

Nos explicó conceptos fundamentales, partiendo por definir qué es el Oporto (vinho do Porto), se trata de un vino a partir de uvas originarias de la Región vitícola del Alto Duero, al cual se le agrega alcohol vínico neutro (que tiene una graduación alcohólica de 77 %) cuando está en proceso de fermentación. Esta técnica surgió en el siglo XVII, cuando Inglaterra, socia y aliada de Portugal, estaba en guerra con Francia, lo cual obviamente impedía a los ingleses poder obtener vinos franceses; ello motivó que comenzaran a importar vino de Portugal, más específicamente de esta región vitivinícola del Valle del Duero. La adición de brandy en aquella época, hoy alcohol vínico neutro, interrumpía el proceso de fermentación y permitía que el vino llegara en buenas condiciones a la remota Inglaterra. Esto, a su vez, producía un vino de mayor graduación alcohólica y con un sabor más dulce.

Luego repasamos la geografía de la región y las antiguas técnicas utilizadas para hacer llegar los toneles con el vinho do Porto procedente de los viñedos del Alto Duero hacia la zona portuaria de Vila Nova de Gaia, ya cerca de la costa atlántica, donde se encuentran las bodegas de guarda. Para ello utilizaban unas embarcaciones características denominadas barcos Rabelos.

Nuestra amable guía nos contó por supuesto acerca de la centenaria historia de esta casa vitivinícola, una historia cargada de esfuerzo, adversidades, superaciones y éxitos que todavía continúa.

Luego vimos una breve explicación detallada acerca de los viñedos del Valle del Duero en la que nos informan tanto acerca de la geografía y características climáticas y geológicas como del trabajo de los enólogos, los toneleros y demás actores intervinientes en la producción de este singular vino.

Pudimos recorrer los lugares en los que se continúa la producción del vino una vez que llega desde lo viñedos del Alto Duero, los barriles, las barricas, las enorme tinas.

Interesante mirar de cerca y ver las anotaciones que realizan en los distintos contenedores.

Y tuvimos la suerte también de apreciar en vivo el noble trabajo de los toneleros artesanales que hoy siguen trabajando la madera y el hierro de manera tradicional, con herramientas manuales cortando, golpeando, tal como se hacía siglos atrás.

Ya un poco más conocedores de la historia y de todo el proceso, llegó el turno de la degustación. Probaríamos tres variedades de Porto (Blanco, Tawny, Vintage), cada una acompañada por una pieza de chocolate con determinadas características.

En el centro de la mesa dispuesta para la degustación había una luz que permitía apreciar los espesos tintes de las distintas variedades de Porto. Una de las cosas que más me gusta de este vino es la sensación que le produce a la vista, a través de los colores se adivinan sabores, densidad, dulzura, acidez…

Habiendo degustado las tres variedades bajo la amable tutoría de nuestra guía, dimos por finalizada la visita, o casi, quedaba aún pasar por la tienda de la bodega.

¡Me quería llevar TODO! Estaba fascinado por la variedad de opciones y la presentación, trabajosamente elegí sólo tres botellas que fueron disfrutadas en su país de origen, ninguna de ellas logró llegar a casa.

Ahh, casi me olvido, fuimos también a la cava, donde estaban las botellas añejas, verdaderos tesoros, ¡miren las fechas! (la foto salió medio fea, había poca luz y disparé mientras caminaba, pero ilustra lo que les quería mostrar).

Unos meses después, en un lindo vuelo en business de Phuket hacia Doha, en la carta de vinos me encontré con esta opción, un Porto Tawny de 20 años:

Adivinen si lo elegí por sobre otros y acompañó mis comidas durante todo el viaje 😉

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9 Respuestas

  1. Romina dice:

    Hermoso Porto. Lo visitamos el año pasado, en el primer viaje con Brune (10 meses en aquel entonces). No hicimos visita a bodegas pero sin dudas lo repetiremos y será una de nuestras elecciones.

    • jlcota dice:

      Me encantó la ciudad, me quedé corto con el tiempo (como suele pasar), ¡Unas ganas de volver!

      Recordamos ese primer viaje de Brune 🙂

  2. Marina dice:

    Buen día. Ayer soñé que estaba viajando pero en la mitad del sueño «me di cuenta» que estaba soñando porque estábamos en cuarentena y era imposible…
    Me pareció que éste era el sitio para contar esto! De qué manera ha penetrado el Covid-19 en nuestras vidas que hasta interfiere en nuestros sueños…

  3. rafaprin dice:

    Porto, hermosa ciudad y desde el día que la visité, me hice adicto al Tawny, jaja!!
    Aguante Info Viajera!!!

  4. Adriana dice:

    Leo y releo este art. Y me voy imaginando Porto?..pensar que a fines de junio iba a estar ahí..

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