Caer en un restaurante excelente completamente al azar

El año pasado anduve por Portugal. En una de las etapas del viaje estaba haciendo base en Setúbal, unos 50 kilómetros al sudeste de Lisboa, había alquilado un auto con la idea de recorrer sin planes algunas localidades cercanas, si es que me daban ganas, y justamente así fue; un sábado luego de desayunar salimos rumbo a la antigua ciudad de Évora.

Arrancamos muy relajados ese día, entre pitos y flautas terminamos saliendo casi a las 11 de la mañana. Si bien era un muy lindo día verano, estaba pronosticado que llovería en la región en la que estábamos, eso fue lo que nos motivó a poner rumbo al este, hacia el lado de España, en lugar de acercarnos a los destinos de playa próximos, como la bella Sesimbra.

Íbamos tan relajados que paramos en un Decathlon que encontramos en la ruta para comprar unas pavaditas, fue una parada rápida, realmente rápida, ya que a mí me cuesta estar mucho tiempo dentro de centros comerciales y lugares para comprar cosas en general.

Luego de eso seguimos nuestro camino por las rutas portuguesas rumbo a la milenaria Évora.

A eso de las 13 hs llegamos a Évora, encontré un estacionamiento público que se pagaba con máquinas tipo parquímetro, puse unas monedas y comenzamos a caminar. Enseguida estábamos transitando por este tipo de callecitas, hermosas.

Sabíamos que había varias cosas para ver en la ciudad (El Templo Romano, la Capela dos Ossos, la Catedral, el mismo Centro Histórico que fue declarado Patrimonio de la Humanidad, unas celebres pastelerías, etc.) y dado el horario preferimos buscar algún lugarcito para almorzar, algo rápido, «paremos en el primer lugar que veamos», pensamos.

Y así fue que, doblando en una de esas callejuelas, nos encontramos con un lugar que parecía bien auténtico y tenía toda la pinta de un restaurante tradicional portugués, se trataba del restaurante Fialho.

Al mirar más de cerca vimos que ostentaba algunos premios y reconocimientos y que hasta había turistas que pasaban por la puerta a tomarse fotos.

Nos fuimos dando cuenta de que muy barato no iba a resultar, pero era tarde, este lugarcito ya nos había seducido.

Al ingresar ya queda bien claro que se trata de un restaurante tradicional ibérico.

Tuvimos que esperar unos cinco minutos hasta que nos asignaron una mesa.

El lugar estaba repleto de fotos de personalidades.

Al sentarnos, ya nos habían dejado una tremenda variedad de entradas: jamón pata negra, pulpo, quesitos, morrones…

Como conocemos esta modalidad de algunos restaurantes de Portugal, pedimos la carta y nos fijamos los precios, ya que no son de cortesía ni parte del servicio de cubierto.

Terminamos quedándonos con algunas y agregando otras, ¡no se imaginan la calidad de estas preparaciones, los aromas!

Como yo manejaba me pedí un agua, pero no se crean que no me hubiera gustado compartir con mi esposa una buena botella de vino alentejano.

Luego de una entrada más bien abundante, con la premisa de no comer como cerdos pues teníamos todo el día por delante y mucho por recorrer, y con el asesoramiento del mozo, pedimos un plato para compartir, optamos por la Bochecas de Porco Preto en Vinho Tinto. ¡Una delicia!

No pedimos postre, un poco por no demorarnos más y comenzar a recorrer y otro poco porque luego seguramente tendríamos nuestra buen dosis de dulce en alguna de las pastelerías tradicionales de la ciudad.

La cuenta fue correcta, los precios estaban en la carta con impuestos incluidos, algo que siempre me cae bien.

Así como quien no quiere la cosa, sin esperarlo, tuve una de mis mejores experiencias gastronómicas en tierras lusitanas.

Y vos, ¿te encontraste con alguna maravilla gastronómica de puro pedo por pura casualidad?

Les dejamos más:

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37 Respuestas

  1. Martín dice:

    Sí! Fuimos al CosmoCaixa. A la salida estabamos con mucha hambre con idea de meternos en el primer lugar que encontremos para saciar el hambre. Por suerte caimos en el Asador de Aranda, donde comimos el mejor cordero de nuestras vidas!

  2. NORBERTO dice:

    Qué lindo lugar! Me encanto, no lo conocía. Los precios si bien cuando hacemos la conversión nos asustan, son bastante normales para una buena comida en Europa, aunque entiendo que Portugal es un poco más barato

  3. NORBERTO dice:

    He comido en Portugal en restaurantes tipo bolichito, pero cuando quieres entrar te dicen señor tiene que hacer reservas con anticipación. Desgraciadamente nunca tomé nota de los nombres ni la ubicación, aparecían, entraba si había lugar y disfrutaba la comida que casi nunca falla en esos lugares

    • jlcota dice:

      Tuvimos muy buenas experiencias en Portugal, cuanto más sencillos y auténticos mejor gastronomía.

  4. Vero dice:

    Encontramos de pura casualidad un restaurant en Londres, estación Elephant & Castle, con comida maravillosa!!! El nombre es “Bodeguita“

  5. alemdp dice:

    Qué lindo lugar!
    Estuve en Lisboa y… Sintra y Cascais, me quedé con ganas de quedarme más.
    Esos restaurantes cerca de la costa, con la llamita en las mesas, cayendo el sol…muy bello.
    En Cascais, degustamos unos bocadillos dulces, imposible de resistir.

  6. Carolina dice:

    Una de mis mejores experiencias gastronómicas fue en Tallin, Estonia. Nos quedamos en el Hotel Boutique CRU. El restaurant tenía un cocinero que el año anterior había obtenido el premio Bocuse D’Or. El Chef se llama Dmitri Haljukov y lo que comimos fue excelente!!

  7. Guillermo dice:

    Casi 51 euros mas propina mas impuesto solidario IMPOSIBLE para mi. Veo muy lejano poder volver a viajar a estos precios.

    • jlcota dice:

      Se ha puesto bravo, sí. Igual, otras veces comimos regias cosas que compramos y nos llevamos al hotel o departamento o casita que alquilamos por Airbnb, gastando mucho menos.

    • Hernan H. dice:

      Como dicen esto es mas caro que el promedio. He comido en la zona baja de Lisboa, 2 platos de bacalao a la bras con copa de vino por unos 23 euros (2 personas, 2019). Creo que una de las cosas que si tienen Lisboa al menos es precios razonables comparado con las ciudades más populares/capitales de europa (Roma, París, Londres, Barcelona).

    • Omar Fernandez dice:

      A no aflojar Guillermo

      • Guillermo dice:

        Realidad pura Omar, las ganas y las esperanzas nunca se pierden, pero por ahora mi realidad marca otra cosa y creo que a 137 el blue es barato, ademas cuando los viajes se reactiven y la demanda de dolar tarjeta se incremente, creo que el 30% va a ser un chiste del pasado.

  8. Fede dice:

    Carlo Menta en Trastevere. Bueno bonito y barato. Recomiendo,

  9. adrián dice:

    Siiii, encontramos 1000, pero los que más rápido me vienen a la cabeza:

    -Ostería dell’Orsa en Bolgna, riquísimo, y conveniente

    https://snipboard.io/vXMCgJ.jpg

    -En Febrero de este año, en Trapizzino, un local en el Mercato Centrale de Roma, dentro de estación de tren Termini. conitos de masa de pizza y carne que se deshacía:

    https://snipboard.io/8yw4qf.jpg

    El de burrata y anchoas también estaba buenísimo, 4 euros cada. Inolvidables

    https://snipboard.io/SZgD3O.jpg

    -En Atenas, Falafellas, rollos de falafel y meatboals

    https://snipboard.io/s1lLEv.jpg
    https://snipboard.io/5vlzTZ.jpg
    https://snipboard.io/PjHUXW.jpg

    • Cintia C. dice:

      Qué hambre, gracias por compartir.

    • Hernan H. dice:

      La clave en las ciudades más conocidas es alejarse de las trampas turísticas. Como dijo un guía en Venecia, los restaurantes para turistas tienen características:
      1. No te invitan a entrar.
      2. No hay menú con fotos.
      3. No hay menú en varios idiomas.
      4. No tienen menú turístico ni de $ pasos de forma habitual.
      5. No sirven miles de platos de todo el mundo, sino que seguramente tengan alguna especialidad (esto igual puede variar de ciudad en ciudad).

      No exhaustiva ni definitiva pero ayuda para no terminar perjudicado ?

    • jlcota dice:

      Me mataste, Adrián, ¡justo estoy viendo tu comentario a la hora de pensar en la cena!

  10. Hernan H. dice:

    Uhh esos platitos que traen y se llevan sin consumir quedarán en el pasado. Clave leer antes de ir porque generalmente estamos acostumbrados a que venga con el servicio.

  11. Leo dice:

    Interesante dato lo de las entradas que te sirven y luego te cobran. Quizas vaya a Portugal en Mayo y seguramente entraba como un chorlito.
    Respecto al tema del post, me paso en Miami yendo a un lugar que estaba cerrado y terminamos comiendo en un lugar que parecia de mala muerte, en el lobby de un hotel medio pelo cerca de South Beach. Ola Restaurante, comida peruana. EXQUISITA. Tambien bastante caro. Hace algunos años se mudaron y armaron un restaurante con mas onda, mas acorde a los precios que te cobran al menos. Si alguien llega a ir, no se pierdan los chicharrones (camarones con una salsa espectacular), los tacos para picar, la empanada de centolla con masa de tinta de calamar, y varios tiraditos que son un manjar. Y si no me estoy confundiendo de lugar, la ensalada de pulpo. El lugar tiene sitio web si quieren chusmear. pero repito, es salado eh. Lo vale pero es salado.

  12. Omar Fernandez dice:

    Estando en Praga pàramos en el hotel U Medvidku en la ciudad vieja a una 5 cuadras del reloj astronomico.Es un hotel del año 1466, y tiene incorporada una taberna, donde concurren los lugareños. Creo que fue una de las comidas mas ricas que hemos comido en europa.Si andan por ahi no dejen de ir a comer, tambien es cerveceria.

  13. Fernando dice:

    En 2017 estábamos en Florencia, alojados a la vuelta de la Catedral y una noche, agotados de caminar todo el día, decidimos probar suerte en un restaurante que estaba pegado al hotel. Nos preguntaron si teníamos reserva, dijimos que no (se sorprendieron), nos hicieron esperar un par de minutos y nos ofrecieron una mesa cerca de la puerta. Luego supimos que era un restaurante muy demandado, con reserva requerida sí o sí (luego de que llegáramos «rebotaron» gente todo el tiempo, ya que estaba lleno). Comimos una picada de fiambres y quesos que tal vez fue la más rica que comí en mi vida. Y pedí un vino tinto por copa a sugerencia del mozo. El vino era un delicioso tinto de la Toscana. Luego se acercó alguien (dueño o encargado) me preguntó si me había gustado el vino (é buono?) y ante mi afirmativa, trajo la botella, volvió a llenar la copa y me dejó la botella para que la terminara (terminaron siendo 3 copas, aunque luego sólo me cobró 1). Fue una cena increíble y excelentemente atendidos. Aunque no es novedad, en Italia esta experiencia puede pasar casi en cualquier lugar de comidas!!!

  14. Hernan dice:

    Hola gente. Mi anegdota es dentro de Argentina, específicamente en Alta Gracia, Cordoba. El resto La Herencia. Ibamos de camino a Villa Gral Belgrano y nos agarró el almuerzo y puse restorante en google y fuimos.. No se podía creer la comida..los postres.. un cheff fuera de serie. Tanto nos gustó que hemos visitado el lugar en dos viajes posteriores. Tambien nos pasó con un resto en Nueva York en Stated Island llamado Beso.. jajaja.. que nombre!! Cocina Española. Saludos viajeros

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