Perder un vuelo: problemas y soluciones
London, Heathrow Airport. Una cantidad innumerable de pisos, zonas y ascensores gigantes. Gente por todos lados. Temporada alta.
Mi viaje me llevaba desde Londres a Berlín. Comenzaba agosto y con él dejaba Inglaterra, un vuelo de Lufthansa era mi pasaje de salida. Como buena viajera de aviones, llegué al aeropuerto con tres horas de antelación; hice el check-in, me desprendí de mi valija y me senté con mi tía a tomar un café. Faltaban casi dos horas para que saliera mi vuelo.
Poco tiempo después, miré el reloj y decidí dejar el área común del aeropuerto para comenzar los controles y embarcar. Todo venía bien hasta que llegué a la fila de control de equipaje: decenas de personas con sus bolsos, sus aparatos electrónicos, sus cinturones y zapatos esperando. Todavía me quedaba media hora, por lo que creí que la demora en el control no iba a ser capaz de detener mi llegada. Aguardé, controlé mi bolso y salí corriendo a la puerta de embarque.
Llegué al mostrador cuando faltaban quince minutos para el despegue. Agitada y apurada me acerqué a una mujer, personal de la aerolínea, quien, antes de yo abra la boca, adivinó mi apellido y, con un mal gesto, me informó que había perdido mi vuelo. Con un alto grado de desesperación, empecé a quejarme, explicando que todavía faltaban 15 minutos para la partida y que mi demora se debía a los controles de equipaje. Ella, con cierta malicia, me respondió que para llegar al avión había que tomar un bus y que por ello había que estar ahí ni bien iniciaba el embarque. ¡¡El horario de embarque!!
Ahora era tarde, yo ya había perdido el último bus. Luego de algunos intentos más, tuve que resignarme y comenzar a buscar una solución. Le pregunté a mi poco querida informante del mostrador. La situación era simple: tenía que ir a buscar mi valija al depósito y ver si me podían acomodar en el siguiente vuelo a Berlín.
Nuevamente, empecé a correr; esta vez en la dirección opuesta, con el celular en la mano llamando a mi familia para avisar sobre mi infortunio. Llegué al depósito de valijas, teniendo que pedir permisos y explicar mi situación previamente, y allí me hicieron describir la mía para poder recuperarla. Todo salió bien.
Después, busqué el mostrador de Lufthansa y preparé mi mejor cara para lograr que me ubicaran en el próximo vuelo sin tener que pagar. Un poco aterrorizada, pero a su vez riéndome de mi situación, me dirigí al empleado y le informé mi estado. Me escuchó mientras tecleaba y miraba la pantalla; después de unos segundos dijo algo como: «sale un vuelo en cuatro horas, podés tomar ese» y me entregó la información. Esperaba el momento de «son tantas libras» pero, afortunadamente, nunca llegó.
Luego de cuatro horas de espera, cuatro horas perdidas de mi viaje a Berlín, me subí al avión y, cuando despegó, me juré nunca más perder un vuelo. Aprendí por las malas la importancia del horario de embarque 😉
Recomiendo a toda persona viajera que deba tomar un avión en temporada alta en un aeropuerto grande:
- Siempre llegar al aeropuerto con dos o tres horas de antelación, según corresponda.
- Revisar el horario de embarque impreso en el boarding pass. Aunque sepamos el horario de salida, para embarcar a tiempo hay que estar en el mostrador entre 30 minutos y una hora antes.
- Si vemos que vamos mal de tiempo en el control de equipaje, podemos pedir que nos dejen pasar y no hacer la fila completa. Mostrando la tarjeta de embarque, la situación es contemplada.
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A mi me paso con un vuelo de buenos aires-san pablo-rio. Al salir de aeroparque el avion demoro bastante en salir por la lluvia que habia. Al llegar a san pablo, llegue sobre la hora para la conexion (sumale una hora de diferencia por el cambio de uso horario), empece a caminar, bastante grande el aeropuerto de GRU, hasta que llegue al mostrador de GOL y me dijeron que el vuelo ya habia salido. Al no tener mas vuelos para ese dia (20hs aprox.) me dieron hospedaje y un vuelo a primera hora del otro dia. En el hotel me quede dormido y llegue sobre la hora del vuelo y tambien ya estaba sacando la tarjeta y esperando saber cuanto me iba a costar quedarme dormido. Por suerte no me cobraron y pude llegar sin problemas. Gracias por contar tu experiencia. MMM
Super
Estaba llegando tarde, muy tarde, y debía tomar un vuelo de México a Buenos Aires, mostré mi tarjeta de embarque a una encargada y me dijo «esto es por orden de llegada, si pierdes tu vuelo es culpa tuya, aquí debiste estar hace 3 horas», faltaba mucha gente, estaba nerviosa, jugaba con mi pasaporte, luego de un largo rato cuando me tocó a mi, pasé preparada, tomé mis cosas y comencé a correr con los cordones desatados hacia la puerta de embarque, estaba con el corazón en la boca por mi poca actividad física, cuando llegué me dijeron que había perdido el vuelo, que ya habían cerrado la puerta, a lo que pedí que por favor lo volvieran a chequear, el piloto, un genio, dijo «mandamela corriendo que falta poco para despegar», de mala manera me recibieron los documentos, corrí y finalmente llegué a mi asiento, donde a pesar de estar ya en el avión, no me podía calmar, venía tan acelerada que hablaba rapidísimo.
Aprendí a ser más puntual y no jugar con los vuelos.
Hola, Carolina, menos mal que el piloto le puso onda, suena a que no te estaban tratando muy bien. Gracias por compartir tu historia. Saludos.
Aprendizaje compartido, Carolina. Menos mal que te salvaron ahí a último momento. Saludos.
Estabamos con mi marido y mis dos nenes chiquitos por volver de Londres a Buenos Aires. En el bus camino al aeropuerto mi nene se enferma y empieza a vomitar sin parar, entre tanto revuelo, llegamos al aeropuerto. A los 10 minutos me doy cuenta que me falta mi celular (en el caos me lo habia olvidado en el micro), entre llamadas, llanto y desesperacion nos resignamos y vamos a hacer el check in. Tuvimos problema al facturar una maleta, nos rebotaban las tarjetas y nos querian cobrar carisimo, termina pasando una tarjeta ya sobre los ultimos minutos de cerrar el check in. El micro donde me olvide el telefono podia volver al aeropuerto, por lo que quise hacer un ultimo intento de bajar y ver si estaba (aeropuerto grande tarde unos 15min corriendo). El micro no estaba, por lo que, ya resignada, intentamos pasar a la zona de embaraque, llegamos y el personal se estaba yendo, ya con cartera en hombro diciendonos que ya estaba cerrado y no podiamos embarcar. Crisis, mas llanto y alguien se apiada de nosotros y nos deja pasar diciendonos que corramos. Puerta de embarque la ultima del salon (15 minutos corriendo con los dos nenes). Llegamos, y pudimos subir al avion. Creo que recien pudimos descansar en el avion despues de unas cuantas horas.
Ufff, que complicada esa vuelta
Iba en un vuelo de Minnesota a Atlanta, allí cambiaba de avión a otro con destino Orlando (FL).
En el primer vuelo cambió el uso horario y me olvidé de modificar mi reloj; las consecuencias fueron 8 horas de espera en Atlanta hasta el próximo vuelo disponible. Aprendí la lección!!!.
ufff