Recorrido de cuatro días por Tokio, Japón (¡wow!)

En este artículo, van a encontrar un resumen de nuestro recorrido de cuatro días en Tokio, la puerta de entrada a este primer viaje por Japón

Pasamos varios días en Tokio, la «nueva» capital de Japón. Caminamos muchísimo, degustamos comidas maravillosas y, poco a poco, empezamos a descubrir un nuevo mundo donde las palabras templo, santuario, sintoísmo, Edo, Meiji y arigato gozaimasu se hicieron moneda corriente.

Parque de Ueno

Cuando decimos que Tokio es la nueva capital de Japón, nos tenemos que adentrar en la historia reciente del país. La fecha clave es 1868, año en que se destituye el shogunato y comienza la Restauración Meiji. En ese momento, la ciudad deja de llamarse Edo y pasa a Tokio, que significa “capital del este”, y reemplaza de facto a Kioto.

Yoshitora Utagawa – «Zukai Saigo Takamori to Okubo Toshimichi», p.48

Es así que empezar por el parque de Ueno no es mala idea. A pasos de entrar, encontramos un monumento funerario y placas que recuerdan a los guerreros que perdieron la batalla de Ueno, un hecho relevante para la victoria del emperador y la posterior la apertura de Japón al mundo.

Si bien no es LA clave a nivel histórico, fue el primer lugar donde conecté la historia japonesa con el espacio físico y me simpatiza compartirlo así con ustedes.

Parque de Ueno, tumba y memorial de los shogitai. Restauración Meiji.

El parque de Ueno es enorme, diría que «parque» es una palabra que le queda chiquita, ya que tiene demasiadas cosas para visitar: estanque, museos, templos y santuarios, naturaleza, puestos gastronómicos, comercios y más.

Estanque Shinobazu, Parque de Ueno, Tokio.

Algunos destacados son:

  • Museo Nacional de Tokio
  • Templo Benten-dō del estanque Shinobazu
  • Templo Kiyomizu Kannon-dō
  • Feria de antigüedades que se arma los fines de semana en los alrededores del estanque

Asakusa

Desde Ueno, un camino posible es continuar el recorrido por Tokio a pie hasta Asakusa, hogar del templo budista más antiguo de Tokio y una zona comercial muy activa, tanto en lo que refiere a tiendas como a opciones gastronómicas.

Nosotros nos distrajimos un rato en UNIQLO, donde compramos un par de remeras exclusivas de artistas del barrio.

Tienda Uniqlo Asakusa, Tokio, Japon

Kappabashi

Si eligen hacer el camino a pie, como hicimos nosotros, de pasada pueden también conocer la calle de utensilios de cocina y material para locales gastronómicos.

Kappabashi, tiendas de gastronomía en Tokio, Japon

Son varias cuadras de comercios que ofrecen todo tipo de productos para hostelería, desde faroles, cuchillos, cuencos y palillos hasta las muestras de comida de plástico que se exhiben en los restaurantes.

Tip para sus compras en Kappabashi: El Tax Free en Japón funciona muy bien: inmediato y sin comisiones (casi siempre).

Sensō-ji

El templo budista Sensō-ji data del siglo VII y es el más antiguo de Tokio. Recomendamos ingresar por el impactante portón Kaminarimon, que nos presenta un adelanto de la belleza que aguarda dentro.

Este complejo de templos, jardines y tiendas maravilla con su color rojo, los techos propios de la arquitectura budista japonesa y una pagoda de cinco pisos.

Es muy lindo quedarse hasta la noche y también verlo iluminado.

Gastronomía: kaiten sushi

A 400 metros del templo, se encuentra un restaurante de sushi con cinta transportadora (kaiten sushi) muy divertido, con productos de calidad y precios más que justos. 

Comimos muchísimo, tomamos té verde ilimitado gratis y gastamos 5.200 yenes entre tres (unos 30 euros a valores de julio/2024).

Pueden ver todos los detalles en Lugares para comer bien y barato en Tokio, Japón.

Parque Sumida

Desde ahí, decidimos acercarnos al río Sumida y contemplar la ciudad de noche. En la siguiente foto, se ve la polémica llama de la marca de cerveza Asahi y el Tokio Skytree de fondo.

No tuvimos tiempo en esta oportunidad, pero nos hubiera gustado tomar los cruceritos que van por el río.

A continuación, pueden ver parte de este recorrido en video:

 

Barrio especial de Chūō

Jardines de Hama-rikyu

Un día por la mañana, bajamos en la estación de Shiodome y pasamos a ver el bello reloj diseñado por Hayao Miyazaki, director del estudio Ghibli. No llegamos a horario para ver alguno de sus shows sorpresa, pero pudimos contemplarlo en detalle desde el área prevista para ello.

Luego caminamos hacia los jardines, que datan del período Edo. La entrada general cuesta 300 yenes y vale la pena dedicar al menos una hora al paseo.

Es una de esas atracciones de Tokio en donde conviven los siglos de historia: antiguo hogar de shogunato y árboles de 300 años con grandes edificios que enmarcan el cielo. El estanque es una belleza y es el único alimentado con agua de mar en Tokio. Ahí mismo hay una pintoresca casa de té donde se puede degustar de la forma tradicional sobre tatami.

Tip: busquen el sellito del jardín que es precioso, tanto para coleccionarlo en sus libretas como para hacer alguno de más y llevarlo de souvenir.

Mercado de pescado de Tsukiji

Se trata del mercado exterior de pescado que se emplaza junto al antiguo mercado de Tsukiji. Si bien el mercado interior, donde se realizan las subastas, fue relocalizado en Toyosu, Tsukiji sigue ofreciendo un montón de puestos gastronómicos y restaurantes para ir a degustar mariscos y pescados frescos de la zona.

Nuestra visita fue muy veloz, pero seguimos recordando con cariño el sashimi que allí saboreamos.

La cantidad de productos vinculados con el mar y la cocina japonesa que pueden conseguirse allí es impresionante. Vimos mucha variedad de bonito en escamas, langostinos y pescaditos disecados, condimentos, souvenirs y mucho más. Pronto podrán verlo en detalle en video 😉

Barrio especial de Kōtō

teamLab Planets

Fuimos a conocer la muestra teamLab Planets TOKIO DMM en transporte público, pero no en uno cualquiera, sino en un tren sin conductor que te va mostrando esta curiosa zona de islas en Tokio desde la altura. Se trata de la línea Yurikamome y las vistas están buenísimas.

La entrada a teamLab Planets nos costó 4.500 JPY al comprarla junto con el acceso a la Tokyo Tower. Es un museo de arte moderno, inmersivo, donde todas las obras que vemos son instalaciones interactivas en las que el uso de la tecnología en combinación con la naturaleza es esencial.

Planets tiene la particularidad de que gran parte de las salas nos hacen tener los pies en el agua, por lo que es recomendable ir con pantalón corto o arremangable y disposición a quitarse los zapatos.

Una de las primeras obras se titula The Infinite Crystal Universe y es una escultura de luz interactiva con sonido, LED e infinidad (en sus propias palabras). Floating Flower Garden: Flowers and I are of the Same Root, the Garden and I are One, la instalación de orquídeas vivas que interactúa cinéticamente con el movimiento de las personas, es increíble.

¡Y hay mucho, mucho más! Les dejo algunas imágenes para que se hagan una idea, pero vale la pena experimentarlo en carne propia.

Mercado de Toyosu

Toyosu es el nuevo mercado de pescado que reemplazó oficialmente a Tsukiji. Frente al edificio donde se realizan las subastas de atún, hay uno orientado al consumidor final que quiere degustar los platos ya listos. Toyosu Senkyaku Banrai abrió en febrero y reconstruye un barrio del período Edo; ofrece la variedad de sushi que se dice que nació en la antigua Tokio hace 200 años, preparaciones con pescado, anguila y todo tipo de comidas típicas. 

Nosotros veníamos de un día de comer mucho y degustamos takoyaki por primera vez ahí 🙂

Para quienes gusten, hay disponibles pequeñas piletas de agua termal para sumergir un rato los pies y aprovechar las vistas panorámicas de la bahía de Tokio.

DiverCity Tokyo Plaza

En esta zona se encuentra Odaiba, una isla artificial muy interesante.

Nuestra prioridad era el DiverCity Tokyo Plaza. Primero pasamos por Daiso, que es una tienda de todo por 100 yenes, y después nos quedamos a esperar el show del Gundam Unicorn de tamaño real, ¡una locura!

Torre de Tokio

Volvimos a conectar con transporte público para ver caer el sol en la imponente Torre de Tokio, ya en el barrio especial de Minato.

Subimos en ascensor y nos encontramos un cielo limpio que, en una gama de colores de atardecer soñado, nos regaló la primera vista del Monte Fuji.

Después de darle la vuelta varias veces, esperar a ver la ciudad de noche, visitar el santuario que tiene la torre, buscar el sello y comprar amuletos, decidimos bajar a pie los 660 escalones de esta gran torre de color rojo, símbolo de la reconstrucción japonesa después de la guerra.

Debo decir que este mirador me sorprendió mucho. Aunque ya no es el más alto en la ciudad, su ubicación en el centro y su historia lo cargan de mucha personalidad. Lo súper recomiendo.

En el siguiente video, pueden ver muchos detalles de un intenso día de paseo por estas zonas de Tokio:

 

Shinjuku

Shinjuku es el barrio tokiota que nunca duerme.

Omoide Yokochō, el callejón de los recuerdos

Una pequeña y bellísima calle, llena de gente y pequeños locales para comer. Los farolitos, carteles y flores lo hacen un spot ideal para la fotografía, mientras que los aromas nos piden a gritos que entremos a degustar algo.

Kabukicho

En esta ajetreada calle encontramos la versión «mega» de la popular tienda Don Quijote, donde se puede conseguir de todo, y la escultura de la cabeza de Godzilla en tamaño real.

Cross Shinjuku Vision

Vale la pena pararse frente a esta esquina y contemplar la impactante proyección 3D del gatito.

Ayuntamiento de Tokio

En este viaje, no tuvimos la oportunidad de subir al mirador del Ayuntamiento de Tokio. Pero sí asistimos al video mapping proyectado sobre su fachada como celebración por los 70 años de Godzilla.

Gastronomía: izakaya de habitación privada

A pasos de Kabuki, dimos con un izakaya de habitación privada tradicional, con tatami y mesas bajas.

En este artículo me explayo sobre los detalles, pero adelanto aquí que comimos de diez por 7.726 yenes entre tres personas con bebidas alcohólicas (sake y cerveza), muchos platitos y postre compartido (son 44 euros a conversión de julio/2024).

Nuestro hotel: Tokyu Stay Shinjuku

Durante las tres primeras noches, nos quedamos en el hotel Tokyu Stay Shinjuku. Nos resultó un alojamiento muy bien ubicado, cómodo y con todos esos detalles de Japón que hacen la estadía mucho mejor: bebidas calientes gratis (té y café principalmente), montones de amenities (desde tapones de oído hasta esponja para bañarse), sellito del hotel y excelente atención al cliente.

La cama era muy cómoda y hasta te dejaban un pijama de estilo japonés para dormir 🙂

Alojarse en Shinjuku es un cien 💯

Shibuya

Estación y cruce peatonal

Buscamos nuestro sellito por la importantísima estación de Shibuya y saludamos al perro Hachiko.

Y claro que hicimos nuestro paso por el cruce de peatones más transitado del mundo.

Santuario Meiji

La caminata nos llevó al centenario Santuario Meiji, construido en honor al emperador Meiji y la emperatriz Shoken, personajes de gran importancia en los primeros pasos de la construcción del Japón que conocemos hoy en día.

La entrada es a través de un hermoso bosque con árboles de todas las áreas del país, con un total de más de 100.000.

Como en Sensō-ji, allí volvimos a ver los barriles de sake en la entrada.

Y, por fortuna, asistimos a uno de los eventos de celebración del Festival de la Primavera junto al santuario.

Harajuku

Del ambiente sintoísta y la impactante arquitectura japonesa, pasamos a las calles llenas de gente y comercios en Harajuku. Avanzamos por Takeshita Street, una calle muy concurrida y popular (en especial entre los y las adolescentes, según nos comentaron).

Ahí caí por primera vez en mi nueva adicción: las máquinas de gachapon donde sacamos juguetes sorpresa en cápsulas.

También disfrutamos de chusmear la variedad las tiendas de Omotesando y la calle del gato, otra zona comercial de importancia.

Mis favoritas fueron las de música: Tower Records, Fender Flagship y Roland Store.

Gastronomía: gyozas

Pasado el mediodía, nos acercamos a degustar unas muy buenas y económicas gyozas. Venían en porciones de a seis y podías elegir si las querías a la sartén (yaki) o al vapor (sui) y con o sin ajo y ciboulette. Los precios nos parecieron excelentes: ¥ 380 la porción de seis, poco más de dos euros.

Estación de Tokio y Palacio Imperial

Una tarde, fuimos en metro hasta la imponente estación central de Tokio e hicimos un recorrido veloz por la zona del Palacio Imperial, lugar que sin dudas merece que le demos una visita intensiva cuando volvamos a Japón.

Akihabara

Este barrio de Tokio es popular por la cantidad de tiendas vinculadas al anime, manga, videojuegos y tecnología. Aunque nos perdimos algunos clásicos (¡el tiempo nunca alcanza!), pasamos buenos minutos mirando figuras de acción de Naruto, Evangelion, Dragon Ball y Nana, así como buscando videojuegos para la Nintendo Switch.

En Akihabara también conocimos nuestro primer hotel cápsula, sobre el que les contamos acá: Dormir en un hotel cápsula en Japón.

Clase de caligrafía japonesa (shodō)

Finalmente, llegó la hora de una experiencia que tenía muchísimas ganas de hacer: una clase de caligrafía japonesa tradicional. Viajamos hasta el pintoresco barrio de Yanaka para dedicar una hora entera a aprender lo más básico del shodō, el arte del pincel (fude) y el washi o hanshi (papel). Nuestra profesora Chie nos puso en contexto con mucha claridad y, a los pocos minutos, estábamos con el fude en mano soltando nuestros primeros trazos. 

Empezamos con ichi (uno), jū (diez), ki (árbol) y hon (libro), corregidos con rigor por la profesora.

Después elegimos algunos kanjis, caracteres más complejos con significado propio, y empezamos la práctica. Flor de cerezo, Japón, perro y amor fueron algunos de ellos.

Con ya casi una hora de práctica, nos dedicamos a la obra final, que es nuestro souvenir: un kanji escrito por nosotros en un lienzo rígido con un sutil marco dorado, que firmamos con nuestro nombre en japonés y la profe nos selló. 

Este lugar, llamado kō hi kō jō (ubicación), no solo ofrecía clases de caligrafía, sino también experiencias gastronómicas, cerámica y un muy buen café. Nos encantó.  

Conclusiones

Todo el itinerario de cuatro días en Tokio me dejó atónita, pero diría que la experiencia de caligrafía y la Torre de Tokio fueron dos de las más impresionantes del recorrido.

Me encantó el sentimiento local en Yanaka, la cercanía con la gente que trabaja y vive allí, así como la oportunidad de comprender un poco de la magia de los kanji y la escritura japonesa. La torre me atrapó con las vistas y su arquitectura, pudimos ver el Monte Fuji y descubrimos el pequeño santuario allí arriba. Magia.

Y claro que no puedo dejar de destacar la calidad y variedad de la gastronomía japonesa, un atractivo en sí mismo que disfruté al 100 %.

Tokio, te amé y todo lo que quiero es volver a verte 😍


Agradecemos al equipo del Tokyo Convention & Visitors Bureau por colaborar con nuestra visita a esta maravillosa ciudad. Arigato gozaimasu!

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16 Respuestas

  1. Juan dice:

    Traté de buscar en las fotos un papelito tirado en el piso. Increíble la conducta y respeto de los japoneses. Es de otro planeta.

  2. Fede dice:

    En otro post vi, que pagabas el transporte publico desde el cel. Más allá de la comodidad, no conviene un pase ilimitado por 3 o 4 días?
    En un viaje por París recuerdo que compramos un pase semanal y creo que al 2do día, de tanto usarlo ya estaba pagado.
    Otra consulta, de noche sigue funcionando el bus, metro o algún transporte?
    Gracias por toda la info!!

  3. marian dice:

    hola! Hermoso Tokyo, una locura. En mi caso no había ni bajado del bus que me llevaba a la ciudad que ya estaba totalmente encantada. Juntando info para el regreso: ¿Cuánto les costó la clase de caligrafía? ¿El souvenir aparte o ya incluido con la clase?

    • Cintia C. dice:

      Me pasó igual, amor a primer paso 🥰 En esta oportunidad nos invitó la gente de turismo, creo que estaba cerca de 100 USD con todo incluido, pero podés escribirle a la gente del lugar cuando tengas fecha en mente 🙂 Saludos

  4. Patofu dice:

    No puedo creer todo lo que hicieron en 4 dias!!! Me canse de leerlo nomas!!! Jajajaja!! Yo creo que en 4 dias no hice ni la mitad!!! Jajaja!!!
    Tokio me encanto!!! Pero mi ❤️ quedo en kyoto!!

  5. Ferran dice:

    Nosotros ahora volvimos de la tercera visita, y ya pensando en la cuarta. Es un sitio que engancha. Es de los pocos sitios donde puedes estar sin hacer nada «turístico» más allá de pasear y ser apasionante. El mero hecho de ir a un supermercado es estimulante. Para futuras visitas recomiendo el norte y la isla de hokkaido (con sitios muy interesantes pero casi sin ningún turismo occidental ya que esta fuera de la clásica «golden route» (tokio – kioto – osaka con extensión a la zona de hiroshima) y tambien la islas de okinawa, lo que te permite hacer una mezcla increible de japon + malvidas (no hablo de los resorts, sino de las playas) en un solo sitio, con islas de coral subtropicales ideales para el snorkel 🙂

    • Cintia C. dice:

      Sospecho que por acá también se viene la planificación del segundo viaje muy pronto 🙂 Gracias por las recomendaciones, re anotadas 🥰

  6. Silvia Cimini dice:

    Hola….estoy pensando en viajar con mi hija desde NZelanda a Tokio. No he leído todo tu post pero me interesa sabar donde efectuar el cambio de dinero si antes de viajar o en destino. No estaremos más de 7 días. y recién lo comienzo a organizar. Toda ayuda lo agradeceré.
    Gracias

  7. Mauro dice:

    Buenas, en que pagina compraste la entrada a teamLab Planets junto con el acceso a la Tokyo Tower?

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