Así que un macaron no era lo que yo creía (al menos no sólo eso)
Fui a Francia hace varios años, unos pocos días a París, era la primera vez que visitaba el país y recuerdo que me había comprado un pase que incluía un montón de atracciones. Así que me dediqué a ver lo más que pude, a conocer, a exprimir ese pase lo más posible.
Mi agenda autoimpuesta fue tan apretada que no me dejó mucho espacio para dedicarme a conocer la gastronomía.
Hoy me planteo los viajes de manera diferente. Siempre que puedo, viajo de manera más libre, más relajada, pero a su vez vivenciando todo con más profundidad, dejándome el tiempo para apreciar, para entender. Y entre esas cosas que quiero apreciar y entender se encuentra la gastronomía.
Es así que la primera vez que fui a Francia no presté tanta atención a una de sus preparaciones dulces más representativas: el macaron.
Para mí el macaron era así como en la foto, una especie de «alfajorcito» con las tapas de una masa suave, de colores, y los macarons que vi en mi apretada visita parisina me lo confirmaban.
Pero el otro día, años después, regresé a Francia, esta vez anduve por el sur. Un día estaba paseando por el muy interesante Mercado de las Flores de Niza y vi que estaban ofreciendo «Macarons de Nice» y no se parecían en nada a los que yo tenía en mente. Miren:
¡Eran riquísimos! Y los vendían en unas latas que contenían distintos sabores (limón, anís, violetas, naranja).
A esa altura, tuve que buscar la definición de macaron en el diccionario Larousse:
1. Gâteau rond et moelleux, à base d’amandes pilées, de blancs d’oeufs et de sucre. (Le macaron parisien est fait de deux parties superposées liées par une garniture de crème, de confiture, etc.)
Dice algo así como pastel redondo y suave, elaborado con almendras machacadas, claras de huevo y azúcar. El macarrón parisino está formado por dos partes superpuestas unidas por un relleno de nata, mermelada, etc.
Uno días después, Pablo andaba de viaje por otra región de Francia (Alsacia) y me contó acerca del «Macaron de Alsacia». Miren qué diferente, tanto en la forma como en los ingredientes, Pablo mencionó que tenía un riquísimo sabor a coco:
De modo que no, un macaron no era lo que yo creía. ¿Debería volver a Francia, recorrerla e ir conociendo los distintos tipos de macaron de cada región?
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Se sabe que los franceses son muy particulares en muchos aspectos. Así que no me preocuparía mucho por la denominación y sus diferentes formas y sabores. Por lo tanto, respondiendo a tu pregunta del final de post, en primer lugar, podes volver tantas veces como te plazca y sin culpa por este asunto o el que te resulte pertinente; y en segundo lugar, Francia… (perdón, no lo puedo evitar). ??
jeje
El macaron ingreso en Francia por Maria Antonieta,ella se los hacia preparar,los mejores son los de Leduree la primera tienda desde 1836 para mi son los mejores
Bueno, algo parecido me pasó a mi en Argentina con los Alfajores… resulta que ademas de los alfajores de toda la vida, había alfajores Cordobeses y Alfajores Tucumanos… y si bien seguian la idea de las dos galletas/masas con un relleno, no se puede decir que sean iguales
Claro, son diferentes en las coberturas y rellenos.
una vez viajé a Roma, y con amigos pedimos «pizza con peperoni» pensando en las películas de EEUU en donde le ponen salami o chorizo, para terminar comiendo pizza con morrones, que es como le llaman en Italia.
Jeje
Yo hasta unos años no conocía de su existencia, pensaba que hablaban de fideos.
Claro, los macarrones
Hola, más allá de los macarons, lo que hacen los viajes es abrirte la cabeza en cuanto a la diversidad y a darnos cuenta cuan pequeños somos y cuántas veces hablamos y hablan sin saber. Y pasa lo mismo con los idiomas. Estudiaste francés, inglés, etc y cuando llegas te encontrás que cada región tiene su propio estilo y dialecto, cómo sería acá el santiagueño, el correntino, tucumano, porteño , etc. por eso viajar es un aprendizaje.
Siempre se aprende con los viajes.