Casi me voy de la Costa Azul francesa sin probar el Pan Bagnat

En el último verano europeo estuve algunos días en la bella localidad francesa de Niza, la capital de la Côte d’Azur, un destino que me gustó más de lo que pensé que me iba a gustar.

Al averiguar un poco acerca de la gastronomía de la región aparecieron la socca, que terminé probando en la localidad de Menton (casi en el límite con Italia), y el pan bagnat.

El pan bagnat me daba curiosidad, la similitud con el español me hacía pensar en un pan bañado con algo…

Un día, paseando por Niza, lo encontré. Me pareció muy tentador: un sándwich con un pan tipo pizza que está bañado en aceite de oliva y dentro lleva anchoas, aceitunas, huevo y algunas verduras crudas. Pero en ese momento no tenía tanta hambre como para pedirme uno y comerlo yo solito.

Pasaron los días en Niza, uno me fui a navegar, otro a conocer Villefranche-sur-Mer, después a Menton y, cuando me quise acordar, ya me había ido de la ciudad con un pendiente gastronómico: no había probado el pan bagnat.

Desde Niza viajé en tren a Marsella. Allí me encontré con Cintia que había llegado desde Madrid, fuimos a tomar el alojamiento y salimos en busca de opciones para almorzar.

Cerca del alojamiento encontramos un lugarcito muy bien puesto, llamado Pain à l’ail, que ofrecía Street Food Provençal. Miramos el cartel y entre las opciones figuraba el pan bagnat.

Mis compañeras de viaje optaron por un plato a base de pescado, huevo y verduras, y otro que era una especie de carne guisada con tomate. Yo, lógicamente, fui por el pan bagnat, miren lo que es:

Estaba REALMENTE DELICIOSO, no dejé ni una miga 🙂

Ahora, cuando vuelva a Niza, ya sé que no deberían pasar mas de dos días sin disfrutar de un buen pan bagnat.

Una curiosidad acerca de Google Fotos

Estaba buscando fotos para ilustrar este mini post y en el buscador de Google Fotos, logueado en mi cuenta, escribí pan bagnat, apostando a que a lo sumo buscaría en mis fotos el texto y no conocería el sándwich nizardo, pero me sorprendió. Me trajo tanto resultados que tenían el texto como simple foto de este típico sándwich.

Confieso que me sorprendió.

Y ustedes,

¿Se fueron de alguna ciudad lamentando haberse quedado con algún pendiente gastronómico?

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