Salir de la estación de metro y maravillarse

Utilizar el metro cuando estamos de viaje suele tener un motivo principalmente práctico: nos lleva de un lugar a otro por debajo de la tierra de manera rápida y muchas veces económica en comparación con otras opciones.

Claro que, al desplazarnos bajo tierra, nos perdemos algunas cosas. Cuando uno va caminando por la superficie es distinto, contempla, se desvía, hace alguna compra, quizás conoce a alguien. En fin, todo lo bueno de andar por fuera de rutas preplaneadas.

Pero el metro a veces nos regala sorpresas, el otro día pensé en esto estando en Barcelona. Lo tomé con destino a la estación Sagrada Familia, al llegar a la estación empecé a recorrer el camino (subterráneo) hacia la salida y, de repente, apareció el exterior, la luz solar, y allí estaba la impresionante Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona.

La magnífica obra de Gaudí, todavía inconclusa, se nos aparece de repente, con todo su esplendor, y, salvo que uno lo sepa de antemano, no está prevenido para encontrarse de golpe con semejante maravilla.

Más abajo les dejo un pequeño video en el que muestro esto que les estoy contando.

Unos días después, estuve visitando Roma (Italia). También tomé el metro en una ocasión y me bajé en la estación Colosseo. Ya se imaginarán lo que encontré al salir de la estación: el Anfiteatro Flavio, más conocido como El Coliseo de Roma, con sus casi dos mil años de antigüedad.

Aquí les dejo un videito sobre el tema:

Y ustedes,

¿Qué otras estaciones de metro en las que al salir vemos maravillas conocen?

Links de interés:

• Pagar el transporte en Roma con tarjeta contactless o dispositivos NFC (teléfonos, relojes, etc.)
• La nueva tarjeta T-mobilitat para el transporte de Barcelona

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