Cruzamos caminando el Lion Gate y recorrimos el parque Stanley en Vancouver (Canadá)

Hace muchos años que tenía ganas de ir a esta ciudad. Siempre, por una cosa u otra, quedaba desplazada del viaje. Este año, aprovechando que ya teníamos las visas para Canadá, decidimos darnos una vuelta por la zona noroeste de Estados Unidos y desde ahí llegar a Vancouver en Canadá.

Una de las primeras cosas que notamos fue lo caro de la hotelería. Nosotros nos alojamos en el Comfort Inn & Suites en North Vancouver y, como fuimos en plena temporada alta, pagamos cerca de CAD 1.300 por 5 noches de hotel.

En este post, te vamos a contar y mostrar con fotos el puente Lion Gate y el parque que se encuentra entre North Vancouver y el downtown: el Parque Stanley.

Cruzando el puente

Para ubicarnos un poco, para llegar desde nuestro hotel al Parque Stanley, teníamos que cruzar el puente Lion Gate. Vamos a aclarar que decidimos ir caminando desde el hotel, atravesar el puente y recorrer todo el parque.

Cruzarlo es bastante fácil y seguro, tenemos una buena senda peatonal y otra para los ciclistas. Acá te decimos que hay que prestar atención, porque la bicis andan muy rápido y, si te chocan, seguro alguien se lastima. Igualmente son respetuosos y mantienen una dirección.

El puente es bastante largo y alto, con lo que nos llevará un poco menos de media hora cruzarlo en su totalidad.

Desde arriba de él, podremos obtener hermosas vistas de la ciudad, tanto para el lado del downtown como North Vancouver y el mismo parque Stanley.

Nosotros lo hicimos caminando de ida y de vuelta. Fuimos por un lado y volvimos por el otro para sacar fotos, incluso nuestras fotos familiares que generalmente no publicamos en los post (¿estará bien hacerlo o no?).

Cruzarlo en muy piola, pero, si no te gusta el ruido y sentir cómo se mueve todo el tiempo, tal vez no debas hacerlo.

Caminando por el parque Stanley

Creo que llegar y recorrerlo caminando es la mejor forma de conocerlo. Llegar en auto es un trastorno para estacionar y moverse por adentro. Otra opción es la bici, pero en este caso, si bien es muy lindo, hay lugares a los que se complica acceder y terminarás dando una vuelta con una masa de ciclistas que van todos para el mismo lado.

En el parque podemos recorrer varios terrenos. Podremos subir a los miradores que se encuentran arriba para tomar algunas fotos, este se denomina Prospect Point Stanley Park.

Podremos ver desde lejos el Lion Gate y sacarle fotos desde diferentes ángulos.

Luego podremos dirigirnos hacia la zona de Third Beach, para lo cual tendremos que atravesar caminando un pequeño bosque por senderos de tierra.

En el camino, apreciamos diferentes flores y, como vemos en la foto de abajo, cómo la naturaleza sigue su curso a pesar de los obstáculos.

Una vez que llegamos a la playa, veremos mucha gente dando vueltas en ese pequeño espacio de arena.

Si bien estoy acostumbrado a la playa por vivir en Mar del Plata, siempre nos llena llegar, tocar arena y, si es posible, meter los pies en el agua (estaba congelada).

Después de esto, tomamos el camino más común que recorre el parque por los extremos inferiores y salimos caminando para la zona norte.

Pasaremos caminando por la Siwash Rock y luego seguiremos hacia la zona que se encuentra abajo del puente.

Ya abajo del puente, pudimos sacar nuevas fotos del mismo, pero con otra perspectiva.

Paramos a almorzar en la zona de Lumberman’s Arch. En ese lugar, también encontramos juegos para niños y baños públicos. Si bien zafa, la comida es un poco cara y no tenemos muchas alternativas ahí.

Luego seguimos caminando con el objetivo de dar la vuelta completa. En el camino, nos cruzamos con muchos objetos y estatuas como esta, el SS Empress of Japan Figurehead. Este artefacto data del año 1890 y es de un viejo barco japonés.

A pocos metros de ahí, encontramos la estatua Girl in a Wetsuit.

Siguiendo por la ruta caminando, llegaremos a Brockton Point Lighthouse.Es un faro al que podemos subir porque es muy pequeño. De ahí, ya vemos a los hidroaviones bajar y subir todo el tiempo.

Como se ve, la marea este día estaba un poco baja. Desde la parte sur, se puede visualizar el puerto y el downtown de la ciudad de Vancouver.

Para volver hacia la entrada del puente, decidimos hacerlo «por adentro» y recorrer, por ejemplo, estos jardines de rosas.

Como podrás notar, están muy cuidados y la estación del año en la que fuimos hacía que se pudiera disfrutar un rato simplemente sentado ahí.

Luego de que dejamos el jardín, cruzamos por un bosque para llegar a la entrada del puente.

Cruzamos nuevamente, sacamos más fotos y volvimos para el lado del hotel.

Luego de casi ocho horas caminando, recorrimos 26 kilómetros en ese día. Te recomendamos calzado cómodo y agua para el recorrido, si lo hacés en el verano como nosotros. Como pusimos al principio, caminar es una excelente opción para disfrutar de todos los detalles que nos ofrecen estos lugares.

¿Valió la pena el esfuerzo? Sin lugar a dudas, sí.

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