Aruba: Playas paradisíacas, fáciles y gratis en el Caribe Sur

En el Caribe Sur, pocos kilómetros al norte de la convulsionada Venezuela, se encuentra Aruba, una pequeña isla que sintetiza perfectamente en una simple frase lo que todo viajero experimenta al visitarla: «Una isla feliz».

Y los motivos para esa felicidad que bendice tanto a los residentes como a los visitantes son muchos. Por citar sólo algunos, mencionaremos su ubicación privilegiada fuera de la ruta de los huracanes que año a año azotan el Caribe, su clima benigno que garantiza temperaturas cálidas durante todo el año y por último sus playas, que son una auténtica y variada maravilla.

Y como el título del post es «Aruba: Playas caribeñas paradisíacas, fáciles y gratis», justamente vamos a hablar acerca de ellas.

Comenzaremos por decir que el acceso a las playas de toda la isla es gratuito. Hay muchas playas y son muy diferentes entre sí, a algunas de ellas -las más agrestes- se accede directamente desde la ruta, a otras -como las que se encuentran detrás de los grandes hoteles- se accede por medio de pasillos amplios entre los hoteles o directamente atravesando las instalaciones del hotel, ingresando por el lobby, pasando por el jardín y la piscina directamente hasta llegar a la playa.
En la foto se ve una de las entradas por la que atraviesa el Holiday Inn completamente desde la calle hasta llegar a la playa.

También el estacionamiento es gratuito y se encuentra mucho lugar disponible muy cerca de la playa. Vimos anuncios de estacionamientos privados que cobraban U$S 1 por día pero no nos hizo falta utilizar este servicio.

En todas las playas que visitamos encontramos quinchitos – sombrilla que se pueden utilizar también gratuitamente y que son de gran utilidad para guarecerse del abrasador sol caribeño. En las zonas en las que se encuentran los hoteles en línea de playa, como la coqueta Palm Beach, estos quinchitos – sombrilla son más demandados dado que hay cientos de huéspedes de los hoteles que bajan diariamente a la playa y las ocupan, pero así y todo siempre logramos conseguir alguno disponible y gratis.
También vimos quinchos – sombrilla para personas con discapacidad, eran más amplios, con mesa más grande y piso de madera.

Es muy sencillo llegar a las playas desde los lugares en los que habitualmente se alojan los viajeros (Oranjestad, Noord, Palm Beach o Eagle Beach). Nosotros planeábamos recorrer bastante la isla y movernos a nuestro propio ritmo sin estar atados a los horarios del transporte público ni tener que gastar en taxis, por lo cual decidimos alquilar un auto. Pero también nos consta que es perfectamente posible visitar los puntos más destacados de la isla caminando y usando el colectivo estatal de Aruba AruBus.

Palm Beach:

Esta es la zona de los grandes hoteles, allí están es RIU Palace, el Marriott, el Holiday Inn, etc. Todos ellos tienen bajada a la playa, pero estas no son exclusivas del hotel. Son playas públicas. Quienes no estén hospedados en uno de estos hoteles pueden acceder a la playa por uno de los múltiples pasillos que se encuentran entre los hoteles o bien atravesando uno de ellos. Parece haber una obligación por parte de los hoteles en cuanto a no restringir el acceso a las playas, incluso es posible utilizar sus servicios más próximos a las mismas como los baños y la duchas al aire libre para sacarse la arena.

En las playas de Palm Beach abundan los servicios gastronómicos, hay desde pequeños barcitos hasta restaurantes. Algunos de ellos tiene música en vivo y otros karaoke. Uno que nos gustó mucho en el que solíamos almorzar y tomar algún trago al atardecer era Carlitos, ubicado a la derecha del Holiday Inn.

Estas playas tiene una franja de arena más bien pequeña, muy adecuada para llegar rápidamente al agua. El agua es calma, sin oleaje, es algo fresca pero eso se percibe sólo los primeros segundos al entrar, luego es muy disfrutable. Tiene un lindo color pero no es de las más cristalinas que vamos a encontrar en Aruba. No encontramos piedras dentro del agua por lo que no fue necesario usar calzado especial. Nos metimos en patas no más.

Cada cierta frecuencia hay un muelle en Palm Beach, resultan pintorescos, albergan bares y restaurantes y sirven de soporte a las múltiples embarcaciones principalmente destinadas a excursiones turísticas. Cuando pasa una embarcación a motor se siente algo de olor a combustible, lo cual no resulta muy agradable.

Hay unas «carpitas» muy prolijas en las que están los muchachos que venden excursiones, alquilan reposeras, flotadores, etc. Es para destacar que no vimos ni un vendedor ambulante, ni siquiera un vendedor cargoso o alguien invitándonos insistentemente a que comamos en un determinado restaurante. Algo muy frecuente en ottos destinos y que aqui ¡no extrañamos para nada!

Desde la playa parten múltiples paseos, deportes náuticos, el novedoso JetLev, etc.

A la salida de la playa, atravesando nuevamente los hoteles pero en sentido inverso accedemos a una agradable y extensa zona de comercios, bares y restaurantes. También hay puestos de venta de artesanías y recuerdos. En esta zona encontramos cadenas estadounidenses como Hooters, Hard Rock Cafe, Starbucks, etc. Hay bastante presencia de turistas de esa nacionalidad. O dicho de otra manera, esta lleno de yanquis.

También hay stands y oficinas para contratar excursiones, a lo largo de la serie de post sobre Aruba les contaremos sobre los tours en quatri de Action Tours Aruba UTV’s & ATV’s Tours, el paseo en barco pirata de Jolly Pirates, el sunset sail de De Palm Tours, el tour de aprendizaje de SUP de Aruba Surf & Paddle School y las lecciones de buceo y paseos de Searuba Fly’n Dive.

Para tener una idea de los precios en Aruba, específicamente en Palm Beach, les contamos:

• Alquiler de reposera por el día: U$S 5
• Alquiler de colchoneta flotante para el mar hasta las 16hs; U$S 5
• Botella individual de gaseosa o jugo: U$S 3
• Porción de muzzarelitas con salsa (exquisitas): U$S 6
• Ensalada Caesar con pollo: U$S 8
• Porción de papas fritas: U$S 4
• Plato elaborado con arroz, ensalada, frijoles y camarones: U$S 14

La comida cuesta lo mismo consumiéndola en el bar que llevándola a la playa, nosotros a veces optamos por lo primero y aveces por lo segundo. Era muy rica, lucía más o menos así:

Eagle Beach:

Esta es la zona de los «Low Rise Hotels», los hoteles de poca altura. Es una zona mucho más tranquila, la cual si bien cuenta con servicios gastronómicos y de playa no tiene el movimiento de excursiones y deportes acuáticos y bares sobre la playa de Palm Beach. Se escuchan menos ruidos de música, motores, etc. y el ambiente es mucho más relajado.

También cuenta con quinchitos – sombrilla. Sin embargo cuando quisimos alquilar alguna silla no encontramos quien lo hiciera. Preguntamos al personal de un hotel pero nos dijeron que no las alquilaban (a pesar de que había decenas acumuladas sin usarse). Aunque fueron muy amables, imaginamos que no querían mucha gente allí ajena al hotel…

Estas playas tienen amplias franjas de arena, como 150 metros diríamos, hay que caminar un trecho de ida y vuelta al mar. El agua es más clara que en Palm Beach, hay algo de oleaje y baja más abruptamente, encontrando en pocos metros mayor profundidad. No encontramos piedras dentro del agua por lo que no fue necesario usar calzado especial. Nos metimos en patas no más.

Hadicurari Beach

Conocimos brevemente esta playa Ubicada hacia el norte de Palm Beach ya que el día que la visitamos estaba comenzando allí un evento llamado «Aruba Love Festival» en el que se presentaban durante dos días 50 DJs de 8 países diferentes, el escenario y el espacio dispuesto para el festival «robaban» bastante de la playa y la música «invadía» también el lugar.

Es una playa más abierta, sin presencia de hoteles ni comercios en la que se practican (y es posible tomar clases) Windurf y Kite Surfing.

Boca Catalina

Al norte de Hadicurari Beach visitamos la pequeña pero encantadora Boca Catalina, allí no hay hoteles ni comercios, ni estructuras de cemento. Simplemente un lugar para estacionar gratis, una pequeña biblioteca gratuita que funciona bajo el sistema «tomá un libro, dejá un libro» y tras unos muy verdes cactus el hermoso paisaje del mar turquesa, arenas blancas y la valiosa cortesía de los quinchitos – sombrilla.

Es una playa frecuentada por los locales. El agua es clara, propicia para el snorkel, nos comentaron que se suelen ver tortugas marinas pero no tuvimos esa suerte, sí vimos pequeños cardúmenes de peces variados colores y tamaños. Hay algunas pocas piedras dentro del agua, no es mala idea llevar zapatos de agua para evitar el desagradable encuentro de nuestros piecitos descalzos con la inexorable rigidez de una piedra.

Desde la costa se ven las embarcaciones de excursiones que se detienen aquí aprovechando las aguas calmas y cristalinas para que los turistas se lancen al agua a practicar snorkel, algo que nosotros hicimos en nuestro fantástico paseo con los Jolly Pirates que ya les vamos a contar en otro post.

Aquí encontramos una simpática pobladora local que se acercaba a los concurrentes a la playa en busca de alimento. Se trataba de una hermosa iguana a la cual, pudimos comprobar, ¡le encantan las uvas! 🙂

Mangel Halto

Cambiando de rumbo, yendo a hacia el sur, pasando Oranjestad, más allá del aeropuerto se encuentra la playa con las aguas más cristalinas que vimos en todo Aruba. Se trata de Mangel Halto y es realmente un espectáculo.

Al llegar allí encontramos lugar para dejar el auto gratuito y dado que esta playa no tiene arena los quinchitos – sombra están a lado de lo que sería el estacionamiento, antes de bajar a la playa.

Luego hay una escalera a un amplio deck de madera y desde allí se puede bajar al agua. También se puede bajar por una entrada que se encuentra más a la izquierda, entre unos manglares. Esta es una zona muy especial.

El agua es increíblemente cristalina, sin oleaje, irresistible para los amantes del snorkel. Hay algunas piedras dentro del agua por lo cual es buena idea llevar calzado adecuado para la ocasión.

También aquí se realizan actividades de buceo y SUP (Stand Up Paddle) como el fantástico tour que realizamos con el guía profesional Dennis Martínez de Aruba Surf & Paddle School, ya les contaremos en detalle en otro post…

Sufside Beach

Esta es una de las playas a las cuales es muy sencillo llegar a pie o en el AruBus desde Oranjestad. Se encuentra detrás de la Plaza Turismo, un lugar muy agradable en el que hay desde bares y puestos de comidas hasta restaurantes y clubes de playa.

En esta playa no vimos los quinchitos – sombra, había gente que simplemente utilizaba la sombra de los árboles y otros que contrataban los servicios del club de playa «Reflexions» que alquilaba por U$S 6 cada reposera y por el mismo valor una amplia sombrilla.

El agua es muy clara y calma, sin oleaje y también muy limpia. No encontramos piedras dentro del agua.

Desde la playa se observan pasar bien cerquita los aviones que llegan al aeropuerto de Aruba.

Comimos en el club de playa unos pinchos de pollo de U$S 11 y una hamburguesa con queso de U$S 9, muy buenos los dos platos.

Desde aquí partimos en una navegación muy especial al atardecer con los amigos de Searuba Fly’n Dive, pero ya les contaremos sobre eso en otro post más adelante…

Otros post sobre nuestras experiencias en Aruba:

• Aruba: Naufragio, snorkel y lanzarse al mar desde un barco pirata
• Aruba: Recorrido «off road» en cuatriciclo por la isla
• Aruba: Aprendiendo SUP (Stand Up Paddle Boarding) desde cero
• Aruba: Navegación en catamarán acompañando impresionante puesta de sol

---

Nota: Esta publicación puede contener links de afiliación por los cuales recibimos una retribución económica en caso de que realicen una compra o contratación, sin esto implicar un gasto extra para ustedes. Más información.