Y al final sucedió, comí mal en Madrid

Tengo en mi mente un recuerdo que quisiera borrar, voy a ver si este post me sirve para expresarlo, procesarlo y así y lograr que desaparezca, enterrarlo definitivamente. Ese recuerdo es el de la vez que comí mal en Madrid ?

Madrid es una ciudad que me encanta por varios motivos y uno de ellos es su gastronomía. La visité varias veces y en todas ellas comí muy bien, ya sea en un afamado restaurante, como en un barcito cualquiera, siempre las experiencias gastronómicas estuvieron de la media para arriba. Hasta que pasó lo que voy a contarles a continuación.

Un mediodía andaba por la zona del Museo Reina Sofía, tenía que almorzar y estaba un poco ocupado gestionando unos temas del blog, vi un lugar que parecía lindo y entré. Una vez adentro me di cuenta de algo terrible: ¡Era un lugar de cadena!, se llamaba algo como «Cañas y Tapas» o similar.

Salvo honrosas excepciones trato de evitar consumir en estos lugares de cadena, prefiero sitios de pequeña escala, auténticos, únicos, gestionados por sus dueños o personas comprometidas con el proyecto; pero ya estaba adentro, me dije «no podés ser tan prejuicioso, el lugar se ve bien, dale una oportunidad».

Pedimos un salmorejo, un par de vermuts, unas arvejas con jamón y llegó esto:

Estéticamente se ve agradable, pero no les puedo explicar lo desabrido de ese salmorejo, lo secas y feas que estaban las arvejas y sus minúsculos y desprovistos de sabor pedacitos de jamón. ¡Y qué decir de los aperitivos!, parecían simplemente un experimento con colorantes 🙁

Luego vino el primer plato, pongo esta foto y les pido perdón, les aseguro que el sabor y la consistencia era aún peor de lo que se ve:

Y este intento de albóndigas quedó prácticamente sin tocar, fue probar y reconfirmar una colosal decepción:

Tal es así que habíamos pedido un menú que venía con postre incluido, éramos dos comensales, uno directamente no quiso pedir nada y el otro sólo se arriesgó a pedir una naranja, algo natural y que no tuviera que pasar por la «cocina» de esta gente.

Debo decir que tuve mala suerte, ni la naranja era sabrosa 🙁

Nunca pensé que iba a sufrir una decepción gastronómica de esta magnitud en Madrid, aunque seguramente me lo merezco por distraerme y entrar en un local de una cadena, Mea culpa!

Claro esta fue mí percepción y valoración particular, de acuerdo a mis gustos, expectativas y experiencias previas. No descarto que otras personas podrían llegar a evaluar de manera diferente a este lugar.

Y a ustedes, ¿cómo les ha ido comiendo en la capital española?

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