Pasamos fin de año en New York (fue diferente a lo planeado)

Hace unos años fuimos a pasar fin de año a la ciudad de Sydney buscando un lugar especial. Lo contamos en el post Fuimos a Sydney (Australia) a pasar el año nuevo: el show de fuegos artificiales y cosas a tener en cuenta. Luego, en la búsqueda de lugares diferentes y emblemáticos para este momento del año, elegimos arrancar el 2023 en la ciudad de New York (USA).

Nuestra idea idílica era, una vez que cayera la noche, irnos para el lado de Time Square a celebrar con toda la gente que se reúne en el lugar para ver la bola caer y recibir el año nuevo. Claro, esa idea era genial, hasta que nos encontramos con la realidad, que no era tan simple ni placentera.

Si bien la experiencia «año nuevo en New York» tiene muchas variantes, esto es lo que nos pasó a nosotros.

El primer inconveniente, que veíamos venir con días de anticipación, era que estaba anunciada lluvia para todo el día. Hay que tener en cuenta que en New York, en esa época, puede hacer mucho frío y andar mojados de noche surgió como una preocupación.

Caminando por la ciudad, como otras veces nos ha pasado, nos encontramos con personas conocidas. Esta vez fue con el amigo Boffe GP, con quien compartimos ideas para pasar el fin de año y nos dio un panorama no muy alentador de lo que se denomina NYE en Time Square.

Nos pusimos a investigar y nos dimos cuenta de que nuestra idea era casi imposible de realizar. Para entrar en alguna de las zonas más o menos cerca de la bola, teníamos que pensar en entrar bien temprano. Según vimos en los videos en vivo que se transmiten, la primera entrada a la zona fue a las 10 de la mañana. Para esto, tendríamos que haber estado mucho antes haciendo la cola.

O sea, deberíamos estar al frío, con posibilidad de lluvia todo el día, desde las 8 de la mañana, hasta la medianoche para recibir el 2023. En principio parecía medio descabellado, pero todavía faltaban cosas.

Para entrar a la zona de Time Square ese día, no podés llevar nada extra como una mochila o similar. Solamente podrás algo chico y, si lo llevás en una bolsa transparente, mejor. Hay varios anillos de seguridad de la policía de New York y es imposible entrar con algo no aceptado. Además te pasarán por detectores de metales.

Como vemos, cada vez teníamos más trabas. Seguimos analizando y nos encontramos con el problema de que, si bien podías entrar a la zona haciendo cola desde muy temprano, si decidís salir del cuadrado que te asignan, no podrás a volver a entrar. En ese momento se nos ocurrió pensar algo tan simple como qué pasa si tenés ganas de ir al baño.

Entonces, para estar en esa zona, deberíamos permanecer 14 horas al aire libre con posibilidad de lluvia y frío en New York, sin más que sentarnos en el piso duro. Además era imposible pensar en no poder ir al baño y, leyendo experiencias de la gente en sus visitas, comentaban que lo más recomendable es el uso de pañales. Sí, leíste bien.

Ante todo esto, la decisión ya estaba tomada. Por el lado de la visita idílica que teníamos pensada no podía ser, había que buscar alternativas.

Ya estábamos a 29 de diciembre y nos dimos cuenta de que fue un error nuestro no planear bien y no leer un poco más en detalle datos y experiencias del evento para tener la mejor alternativa posible.

Dentro de las opciones, estaba la de pagar algún lugar para entrar el 31 a la noche y que nos permitiera ver el evento. Hay muchos restaurantes, hoteles, bares, etc. a los cuales podés acceder pagando y ver la bola caer. Algunos están lejos y según su ubicación varía el precio. A modo de ejemplo, un lugar que solamente te permitía acceder a mirar la bola a 10 cuadras, sin darte nada que comer ni tomar, cobraba alrededor de U$S 250. Las fiestas en los hoteles con comida y mejores vistas rondaban entre U$S 1200 y U$S 2000 por persona.

Más allá del dinero, había otro problema. Estábamos con un menor y la gran mayoría de los lugares que ofrecían una fiesta de fin de año, al tener barras libres de bebida, no permitían el acceso de menores de 21 años.

Dado que no teníamos muchas opciones, decidimos que ver la bola con frío, lluvia y pañales, no era la opción, así como tampoco pagar una fortuna para verla a 10 cuadras. Nos resignamos a buscar alternativa a nuestra noche de año nuevo, inclusive sin ver la famosa bajada de la bola.

¿Qué hicimos al final? Pagamos la entrada a Dave & Buster’s. Es un local de comida con juegos de video en el que teníamos una mesa reservada, comida y bebida con y sin alcohol libre. Esto nos hizo poder llegar a la zona tranquilamente tipo 19 hs pasando los controles de seguridad con las entradas y disfrutar de una noche tranquila comiendo y mirando el espectáculo de música que estaba a dos cuadras en las pantallas gigantes. Además, gastamos unos dólares extra y pasamos la noche jugando.

En el lugar, incluso te daban el cotillón de fin de año.

Tipo 23:45 hs nos permitieron salir a la calle para ver la caída de la bola, la cual teníamos a media cuadra solamente. La vimos desde el costado, que no es lo mismo, pero a nosotros nos sirvió ya que ni pensábamos verla con todo lo que te contamos.

Luego de esto, millones de personas salen como locas de Time Square a buscar baños y lugares para comer. Muchas de ellas estaban desde las 8 de la mañana, con el frío y la lluvia que hubo, y además sin comer.

Conclusión, si vas a New York a ver el espectáculo de fin de año y sí o sí querés estar ahí, o bien te llevás pañales o asumí que te saldrá una buena cantidad de dinero.

Vos, ¿fuiste al NYE en New York? Contanos.

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