Cenamos en Canalla Bistro, una remarcable experiencia gastronómica en Madrid (España)

Aprovechamos una linda noche veraniega en Madrid (España) para visitar Platea Madrid, el centro de ocio gastronómico más grande de toda Europa. Sobre el final de este post les dejamos un link a un artículo sobre la visita a este impresionante lugar, pero en este artículo nos vamos a focalizar en una parte: la cena en Canalla Bistro, el restaurante del afamado chef Ricard Camarena.

Canalla es «el restaurante más ecléctico, gamberro y cosmopolita del chef Ricard Camarena», quien fue reconocido tres veces con la estrella Michelin, ¡3 veces!

Como comenté más arriba, Canalla Bistro está ubicado dentro de Platea Madrid, en la Calle de Goya, 5, 7, en el barrio Salamanca (mapa), frente a la Plaza de Colón.

Paso a contarles la experiencia en este restaurante tan especial.

La entrada al restaurante ya nos hace intuir que ingresamos a un lugar descontracturado, las paredes intervenidas con conceptos de arte urbano callejero nos van dando una idea.

Apreciamos los elementos decorativos, nos llamaron la atención varias obras en cerámica.

Prestamos atención a las frases del chef, nos gratificó saber que también es un viajero y que justamente en este restaurante la carta propone, arriesgadamente, fusiones entre elementos de la cocina de latitudes y culturas muy disímiles.

Nos detuvimos un buen tiempo ante la carta y estábamos en dificultades pues ¡queríamos probar todo!

Comenzamos con un vermut Yzaguirre reserva que estaba perfectamente preparado.

Vino acompañado de algo para picar, un mejillón que estaba como para chuparse los dedos.

También pedimos  un gin & tonic, nos dieron para elegir el gin y optamos por uno gallego, el Nordés, estaba tan bueno que pedimos un chupito para probar el gin puro.

No les puedo explicar lo sabrosa que estaba esta ensaladita rusa con espuma de aceitunas rellenas.

Pedimos pan gluten free para mi esposa, por supuesto que tenían y además estaba muy bueno.

No nos pudimos resistir a la recomendación de María, la jefa de mozos, que insistió en que probáramos una ostra con horchata de galanda acompañada por una copa de cava, como corresponde.

Me costó decidirme a la hora de ordenar el plato principal, una opción más seductora que la otra.

Me decidí por el Pad Thai con albóndigas de cerdo, recuerdo que pensé «¡Qué jugada esta combinación!»

Me gustó y mucho, pero no pude llegar a sentirlo como un plato integral, sino más bien como un Pad Thai más unas albóndigas, quizás esto se deba a mi debilidad por el Pad Thai.

Mi esposa también probó las albóndigas de cerdo negro, pero con arroz.

Tomamos un vino de corte tempranillo – cabernet sauvignon que resultó un muy buen compañero para el disfrute de estos platos.

El espacio es muy agradable, permite la charla tranquila a la vez que el disfrute de la música, había un DJ tocando en vivo.

Llegó el momento del postre, nos sugirieron algunas bebidas para acompañar y optamos por aguardiente de orujo Ruavieja, de Galicia. Fue una buena elección.

En la pantalla del escenario iba apareciendo información sobre Platea y el restaurante, vimos una banana pelada hasta la mitad.

Justamente aparecía como opción entre los postres el «Espectacular Plátano Helado».

Como imaginarán, no pudimos resistirnos y pedimos uno de ellos.

¡Esto es una obra de arte a la vez que un manjar y una sorpresa! No les digo nada más, si van, pruébenlo y me cuentan.

También nos pedimos un flancito, pero que no los engañe su apariencia convencional: ¡No imaginan el sabor y la consistencia de esta preparación! No exagero, pruébenlo también y me cuentan después.

Estas exquisiteces fueron el broche de oro con que cerramos una cena que, más que cena, fue una experiencia gastronómica de excepción.

Conclusiones

Nos sentimos muy cómodos en este restaurante en el que el espíritu viajero está muy presente en el modo de ser de esta propuesta gastronómica de excelencia. Nos gustó mucho el ambiente relajado, descontracturado, y valoramos la inmejorable atención, cordial a la vez que profesional, que nos brindaron.

Las propuestas gastronómicas eran distintas a todo, se daban fusiones impensables. Se nota que Camarena ha estado dispuesto a correr riesgos y sus comensales podemos disfrutar los brillantes resultados de su osadía.

Los sabores son un festival, una sorpresa, un descubrimiento. Al presentarnos algo en la mesa se veía genial, pero al probarlo el resultado siempre fue más de lo esperado.

Platea es un lugar ideal para albergar una propuesta de este tipo, en este post les contamos más: Platea Madrid: el espacio de ocio gastronómico más grande de Europa. Aprovechamos para agradecer a Platea la amable invitación a conocer el espacio y la cena en el restaurante Canalla Bistro.

Si andan por Madrid, les sugiero que visiten Canalla Bistro, yo voy a volver, seguro.