Entonces, ¿lo de hacerse ricos con Bitcoin y otras criptomonedas no era tan así?

Desde mediados de 2020, Bitcoin y otras criptomonedas estuvieron en boca de todos, comprensiblemente en boca de todos. En marzo/2020, cuando arrancaban las restricciones por la pandemia de COVID-19, el Bitcoin llegó a cotizar cerca de USD 4.000 y, poco más de un año después, en abril/2021 llegó a los USD 64.000.

¿Leyeron bien en el párrafo anterior? De USD 4.000 a USD 64.000 en poco más de un año. ¡Guau!

Todo ese período de suba en su cotización de la criptomoneda pionera medida en dólares, que parecía no tener fin, fue llamando la atención de cada vez más personas.

Gran parte de esa avalancha de atención se centraba en una sola cosa: la posibilidad de comprar, que suba y obtener ganancias. Y además muchas personas llegaban con la sensación de urgencia, de aprovechar para no quedarse afuera, lo que se conoce como FOMO (fear of missing out), la traducción sería algo así como «miedo a perdérselo», pero es más bien algo como «tengo que apurarme para comprar como sea y no quedarme afuera de esto que está buenísimo«.

Pero Bitcoin y las criptomonedas en general son algo muy reciente, algo que tiene muy poquitos años de vida y, para comprenderlas y más o menos entender de qué van, hay que dedicar un tiempo a internalizar algunos conceptos. Sobre eso conversábamos en este otro post de hace un tiempo, en donde incluso les pedíamos dejar de leerlo a la mitad, dejar pasar un par de días para que se acomoden los conceptos nuevos y recién ahí terminar de leer:

Introducción a Bitcoin y a las criptomonedas (con links, ejemplos y tips)

Uno de las tantas cuestiones a comprender es la amplia volatilidad en su cotización. De ese pico de USD 64.000 que mencionamos más arriba, en pocos días la cotización del Bitcoin cayó por debajo de los USD 30.000, es decir que de un mes al otro perdió más de la mitad de su valor.

¡Se imaginarán las maldiciones de los que compraron cuando estaba arriba de los USD 60.000! Si no fuera por los memes, no sé cómo se hubiera sobrellevado esa situación ?

Ahora, sin la urgencia del FOMO, quizás sea adecuado realmente dedicarse a aprender con más detenimiento qué es el Bitcoin, más allá de utilizarlo como inversión.

Frecuentemente se lo compara con internet, uno no empezó con internet necesariamente para hacer dinero, pero disparó un sinfín de posibilidades; del mismo modo se puede ver a Bitcoin, llega con su tecnología con todas las posibilidades de revolucionar el mundo del dinero.

Pueden detenerse a pensar en algunas de sus características, les dejamos aquí algunas:

• Permite la transferencia de valor entre partes de forma remota sin intervención de terceras partes, como una entidad central (banco, gobierno, etc.).
• El funcionamiento de todo el protocolo está programado, el código es abierto y conocido por todos los intervinientes y la ejecución está a cargo de computadoras.
• Es resistente a la censura, las transacciones se ejecutan automáticamente, no pueden ser detenidas o condicionadas por una entidad financiera, un gobierno, etc. Tampoco pueden alterar la transacción, quedarse con parte del dinero, aplicar percepciones ni nada por el estilo.
• Es pseudónimo, no es preciso informar tu datos personales para operar (salvo que utilices alguna casa de cambio que así lo requiera, pero no es un requisito propio del protocolo de Bitcoin).
• Es inembargable, si uno opera fuera de servicios que asocian nuestra identidad a las direcciones de Bitcoin bajo nuestro control y gestiona correctamente las claves privadas, nadie puede sacarte tus tenencias de Bitcoin, tampoco impedirte disponer de ellas.
• No reconoce fronteras, es exactamente lo mismo enviar Bitcoin a un destinatario en otro continente que a una persona que está al lado tuyo.
• No tiene limitaciones horarias, funciona las 24 horas los 7 días de la semana todo el año.
• No requiere conversión de moneda, Bitcoin es Bitcoin, ya sea que envíes a destinatarios dentro de tu país o a un país extranjero no es preciso realizar ninguna conversión de moneda.
• Bajo costo de las transacciones: comparado con el costo bancario de realizar envíos de dinero internacionales, el costo de hacer ese tipo de operaciones con Bitcoin es irrelevante.
• Tiene una emisión máxima programada (no es inflacionaria): habrá 21.000.000 de Bitcoins, a diferencia del dinero tradicional en donde los gobiernos pueden emitir sin límite y cuando ellos quieran hacerlo.

Pueden pensar en sus distintos casos de uso, por ejemplo:

• Transferencias internacionales, todos los días vemos gente transfiriendo valor en minutos, de manera muy económica y saltando todas las trabas que los gobiernos pretenden imponer, de Hong Kong a Mar del Plata, de Buenos Aires a Madrid.
• Transferencia de valor salteando regulaciones de terceros, ejemplo de esto es la gran cantidad de argentinos que trabajan para clientes del exterior, cobran en criptomonedas y luego las venden al valor del dólar blue cuando necesitan moneda tradicional. Esto es para evitar la pesificación de los dólares que determina la normativa argentina. Ojo, siempre consulten a su contador/a de confianza para hacer las cosas bien.
• Reserva de valor, ahorro: Se compra para atesorarlo y usarlo como reserva de valor, algo que tiene a su vez un componente adrenalínico, pues el valor del Bitcoin medido en dólares puede sufrir grandes fluctuaciones, puede llegar a duplicar su valor en poco tiempo, reducirlo a menos de la mitad y volver a duplicarlo. Normalmente quienes lo compran para ahorro lo hacen con una mirada de largo plazo.
  • Recuerden que el Bitcoin tiene una emisión máxima programada de 21.000.000, considerando eso y que la adopción por parte de la población es creciente, no es descabellado pensar que habrá cada vez más demanda sobre una oferta que es fija, es decir, que la variable que probablemente se moverá será el precio. Además algunos eventos recientes, como la adopción institucional por parte de importantes empresas, fondos de inversión tradicionales que lo incluyeron en su canasta de valores o la novedad de El Salvador que lo comenzó a considerar moneda de curso legal en el país, hacen pensar que la adopción de Bitcoin irá en aumento.
• Inversión: Al igual que el dinero tradicional, puede invertirse, utilizarse en operaciones de arbitraje, depositarse a plazo fijo, intercambiarse por otros activos digitales o por dinero tradicional, etc.

En cuanto a lo de hacerse ricos, sí, mucha gente logró incrementar su patrimonio gracias a Bitcoin u otras criptomonedas, su patrimonio medido en dólares, hay desde millonarios a personas que lograron comprarse un auto o un departamentito, pero las fluctuaciones en su cotización que describimos en este post son un llamado a tener cuidado, a no pensar en que en el corto plazo van a obtener rendimientos positivos con las criptomonedas. O sea, puede pasar, pero puede pasar también que pierdan dinero.

En el post: Introducción a Bitcoin y a las criptomonedas (con links, ejemplos y tips), además de lo que contamos nosotros les dejamos varios recursos de calidad, les sugerimos que si les interesa vayan aprendiendo sobre el tema y, si ya conocen, vayan profundizando, esto es algo nuevo y cambia literalmente día a día.

Por último, tengan en cuenta que está Bitcoin por un lado y, por otro lado, hay montones de proyectos en el mundo cripto y no todos tienen los fundamentos y características de Bitcoin, por ejemplo, «la cripto de Info Viajera», miren:

Info Viajera lanza su propia criptomoneda, en realidad es un token (y hay concurso para diseñar el logo)

Y hablando de mover dinero en el mundo cripto, hay opciones más nuevas y bastante peligrosas, pero que también han sabido generar resultados sorprendentes (y pérdidas también), como contábamos aquí:

Jugando con DeFi y sus enormes rendimientos (y sus riesgos, claro)

En fin, la sugerencia es que aprendan sobre criptos y que piensen bien antes de lanzarse de cabeza a invertir en tal o cual opción.

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¡Gracias a Paxful por apoyar la divulgación de contenidos sobre criptomonedas en español!