Un postre que te recuerde a una ciudad, un país o una región

Una de las cuestiones que consideramos esenciales en un viaje, que nos conecta con la naturaleza de los lugares, tanto con su historia como con su presente y nos acerca a su gente, es la gastronomía, mucho contenido del blog le hemos dedicado a ella y seguramente lo seguiremos haciendo.

Pero la gastronomía es muy amplia, abarca un inmenso abanico de comidas, bebidas, ingredientes básicos, preparaciones, utensilios para cocinar o para comer y beber, ambientación, rituales y mil cosas más.

En este post me voy a focalizar en los postres, eso que normalmente es parte del final de una experiencia gastronómica, digo parte del final porque, por ejemplo, si estás en Italia, después vienen el digestivo (un lemoncello posiblemente) y el café.

En realidad me puse a pensar en esto por el mango sticky rice, un postre tailandés que me pareció raro cuando me lo ofrecieron, pero que una vez que lo probé se convirtió en uno de mis favoritos y a su vez en símbolo de Tailandia para mí. Es súper simple, se trata de un mango (que se sirve muchas veces abierto entero y pre cortado en cuadraditos o simplemente cortado en trocitos), un poco de «arroz pegajoso» y leche de coco calentita. Simple pero efectivo, una combinación de texturas, temperaturas y sabores perfecta, maravillosa.

Ok, quizás a la vista aparezca muy simple, pero les aseguro que es riquísimo. Claro que el contexto ayuda, no lo vamos a negar 😉

Aquí estábamos degustándolo en Koh Lipe, la que para muchos viajeros es la mejor isla de Tailandia, más precisamente en un barcito/restaurante sobre la Sunset Beach de Koh Lipe. Aquí nos lo sirvieron con unos granitos de azúcar de palma que le daban un lindo toque.

Este no era uno de los lugares más baratos, tampoco de los más caros, nos costó THB 160 (menos de U$S 5) y siempre pedimos uno y lo compartimos entre dos personas.

Del otro lado de la isla, justamente en la Sunrise Beach, lo preparaban con el mango entero precortado en cuadraditos.

Grande fue mi alegría el otro día cuando en mi ciudad, Mar del Plata, encontré un maravilloso lugar de comida asiática llamado Asian Ghetto, quizás se acuerden que les contamos en este post: Experimentamos Asia a través de la gastronomía en nuestra ciudad (Mar del Plata, Buenos Aires). La alegría fue completa al ver que ofrecían mango sticky rice como postre, ellos lo preparaban con la leche de coco fría, no caliente, pero me gustó igual y me transportó a bellos recuerdos tailandeses.

Hay otros postres que me recuerdan destinos: el Suspiro a la limeña, la Crema catalana, el Knefe, el Tiramisù, las Sesame Ball y varios más.

Y ustedes, ¿tienen algún postre que les recuerde a una ciudad, un país o a una región?